Beyoncé, Lady Gaga, Katy Perry, Miley Cyrus o Taylor Swift. La historia de los Europe Music Awards, EMA, es una sucesión de breves reinados femeninos con una única constante, la de Justin Bieber, indiscutible rey que ha fraguado con éxito su paso de niño a no tan niño en una sexta noche de gloria.
Cinco veces consecutivas se había hecho el músico canadiense con el galardón al mejor artista masculino y en el Mediolanum Forum de Milán, en la XXI entrega de estos galardones de la cadena MTV, ha vuelto a proclamarse ganador de esa distinción y, de propina, de otras tres.
Para Bieber han sido los gritos más desgarrados y también los premios a mejor look, artista de América del Norte y colaboración por su trabajo con Skrillex y Diplo en 'Where are ü now'", anticipo de su esperado disco de madurez, 'Purpose', que se publicará el mismo día que el de One Direction.
Muy agradecido a su padre y a su madre, se ha impuesto además a la clara favorita, Taylor Swift, quien partía con nueve nominaciones, frente a las seis de Bieber. Finalmente ha concretado una, eso sí, de los más importantes, el de mejor canción por 'Bad blood'.
Bieber no ha llorado como en esos VMA, tras cantar después de un período bastante largo alejado de los escenarios, pero sí ha vuelto a cuajar una gran actuación, esta vez con más de 30 bailarines, porque a esta gala se le puede achacar y discutir un sistema de voto dominado por los afectos adolescentes, pero nunca la espectacularidad.
En cuanto al resto de premios, decididos por más de 600 millones de votos de los seguidores de MTV, han quedado muy repartidos: mejor artista femenina, Rihanna. Mejor vídeo, Macklemore & Ryan Lewis por 'Downtown'. Mejor artista pop, para One Direction. Coldplay, mejor artista de rock. Shawn Mendes, artista Push , y Martin Garrix, mejor artista de música electrónica.
La gigantesca retransmisión de los EMA ha llegado a los 160 territorios en los que está presente MTV en el mundo.
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