Mismo escenario y mismos protagonistas, pero 15 años después. El Coliseo de Nimes celebraba el viernes el aniversario de alternativa de El Juli de manos de Manzanares.

Cuando El Juli se convirtió en doctor en tauromaquia ya era figura del toreo.

Toreó por primera vez en su comunión y enseguida se apuntó a la Escuela Taurina de Madrid. Nada más llegar todos supieron que no era uno más. Enseguida aquel niño torero se convirtió en un fenómeno social.

Hoy El Juli luce una estadística pocas veces vista: más de 1.400 corridas toreadas, 17 toros indultados, 20 puertas grandes en Nimes, 19 en Barcelona, y más allá de las cifras, un concepto del toreo que, según los entendidos, hace de él una referencia como hace cien años lo fueron Joselito o Belmonte.