Unos se acercan a mirar y otros aprovechan para sacar fotos. Es difícil ver una escultura así: porque sí, está hecha de ladrillos de hielo. Así ha funcionado 'Fluids Navarra', una obra efímera que busca derretir los límites entre artista y público, entre la obra y su audiencia.

En este proyecto de la Universidad de Navarra han trabajado estudiantes, pero también personas anónimas. En total más de 100 voluntarios trabajando mano a mano para colocar hasta 400 bloques de hielo.

Es una reinvención de un proyecto del artista estadounidense Allan Kaprow, que en los 60 llenó de esculturas de hielo la ciudad de los ángeles. Ahora, por primera vez, se ha hecho en España.