En Uruguay, intelectuales, artistas, deportistas y políticos, han iniciado una campaña para pedirle a la RAE que borre del diccionario estas expresiones.

Por su parte, la Academia argumenta que retirarlas del diccionario no evitará que las sigamos usando en la calle.

La Academia se remite a un texto que explica que la función del diccionario es hacer comprensibles textos desde el siglo XVI hasta hoy mismo y eliminar términos hirientes sería ocultar el uso real de la lengua.

Además, para poder eliminarantes de borrar una palabra del diccionario hay que borrarla de la calle.

Un profesor de español explica que "hay que tener mucho tacto porque tiene estudiantes de diferentes nacionalidades y puede ofender". Para otros, simplemente se trata de "una forma de desahogarse".

Esta iniciativa de la Casa de la Cultura Afrouruguaya ya ha recogido cerca de 17.000 firmas.