'Algún día hoy' es el título de la novela ganadora que, según ha explicado la propia autora nada más saber que había resultado ganadora, es un "canto épico a la liberación de las mujeres".

La novela cuenta la historia de una joven hilandera colombiana que en 1920 dirigió el primer movimiento activo de Latinoamérica por la libertad de las mujeres.

Betsabé Espinal es el personaje histórico que protagoniza la novela ganadora, una joven de 23 años de extracción social humildísima, hija natural de una trabajadora que fue violentada y acabó sus días en un manicomio, víctima de enfermedades agravadas por la desnutrición.

La joven Betsabé tuvo que abrirse paso en la vida trabajando en régimen de esclavitud en una de las fábricas textiles que, en Medellín, reclutaban la mano de obra entre jóvenes y niñas ante la escasez de mano de obra masculina que provocó en Colombia la Guerra de los Mil Días.

Becerra, en conferencia de prensa posterior a la entrega del premio, ha explicado que aquellas niñas eran aleccionadas para el trabajo en unos patronatos que funcionaban en torno a las fábricas, y que las jóvenes tenían que acudir a trabajar descalzas para no ensuciar las instalaciones.

También se les obligaba a jornadas laborales interminables, para lo cual se manipulaban los relojes de las salas de producción, que eran sistemáticamente retrasados para obligarlas a permanecer más horas en sus puestos de trabajo.

No se les permitía ir a los aseos para hacer sus necesidades mientras trabajaban y, cuando lo hacían, eran observadas por unas mirillas, además de que los capataces las obligaban a mantener relaciones sexuales, fruto de las cuales muchas de ellas quedaban embarazadas, sin posterior asistencia.

Contra ese régimen de explotación se rebeló Betsabé Espinal, liderando una huelga de hilanderas que no fue secundada por los hombres que trabajaban en las fábricas.

Espinal, según Becerra, sin ella proponérselo, acabó liderando esta protesta el día que se subió a un taburete desde el que arengó a sus compañeras para seguir adelante con la huelga en demanda de mejoras laborales y en protesta por los abusos a los que eran sometidas.

Sobre la muerte de Espinal no ha querido explicar nada la autora, por tener relación con el final de la novela, la cual ha requerido de seis años de trabajo entre la redacción y la documentación previa.