Pero esta probabilidad solo es válida si el que la lanza la coge con la mano. Aunque ahora que saben el secreto no elijan esa. Elijan la que queda debajo. ¿Por qué? Fíjense en los árbitros antes de los partidos, hacen un gesto que hacemos casi todos. Una vez que atrapa la moneda la posa sobre el dorso de la otra mano, dándole la vuelta. Así que según la teoría del matemático de Stanford, la cara que va a salir es la que está hacia abajo. Pero hay más opciones.

Si giramos la moneda sobre su eje y la hacemos rodar, el 80% de las veces saldrá cruz porque en la mayoría de monedas el grabado de la cara pesa algo más al tener más material. La moneda se inclina hacia el lado que más pesa.

Y tampoco es lo mismo una moneda limpia que una sucia. En una limpia las probabilidades de que la cruz quede hacia arriba son mayores. Cuanto más se va ensuciando, más se equilibra el peso e iguala las probabilidades. Por eso los magos siempre dicen eso de "tenemos una moneda nueva" como si así nos asegurasen que no tiene truco. Pero claro que lo hay. ¿Se apuestan algo?