El vehículo, llamado
Transition y con capacidad para dos pasajeros, necesita pista de despegue y
aterrizaje como los aviones convencionales, aunque puede ser usado también como
un automóvil terrestre normal, siendo capaz de convertirse en uno volante en
tan sólo un minuto.
En su fase inicial el
Transition sólo se ofrecerá al mercado estadounidense, y su coste y precio aún
no han sido revelados por Terrafugia, firma con sede en Massachusetts (EEUU).
Se espera en todo caso que el precio inicial de estos vehículos sea demasiado
alto para pensar en una rápida popularización en los mercados, por lo que en
principio el objetivo es competir con el uso de aviones por parte de empresas,
gobiernos y firmas de transporte, destacaron responsables de Geely.
El consejero delegado de
Terrafugia, Chris Jaran, también desveló que en octubre se presentará asimismo
el próximo proyecto de la empresa, el vehículo TF-2, que a diferencia del
Transition será capaz de llevar a cabo despegues y aterrizajes en vertical.
Terrafugia es una
empresa tecnológica fundada en 2006 por cinco graduados del Instituto Tecnológico
de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Geely emplea a más de 60.000
trabajadores a nivel mundial y vendió en 2016 más de 1,3 millones de vehículos,
de los que más de 530.000 pertenecían a Volvo.