Una campaña de investigación sobre el Paleolítico Inferior y Medio en El Provencio, Cuenca, ha sacado a la luz restos molares de un mamut y de un caballo. Los restos encontrados por los arqueólogos Santiago David Domínguez y Míchel Muñoz tienen unos 500.000 años de antigüedad.
El hallazgo se enmarca dentro de un proyecto dirigido desde el año 2013 por estos dos arqueólogos que forman parte de Ares Arqueología y Patrimonio Cultural. Este año han centrado sus trabajos en la excavación de El Pinar de la Vega, uno de los sectores del Complejo de El Provencio, en la prospección del resto de áreas, en el estudio geológico de esta parte del cauce del Río Záncara y en la celebración de jornadas y cursos académicos sobre el tema en cuestión.
También han participado estudiantes procedentes de toda España y colaboran técnicos y científicos expertos de diferentes instituciones investigadoras y universidades, como Alfredo Pérez González, Fernando Ivón Cermeño, Lucía Hernández, Elena Aznar o David Uribelarrea, entre otros, del Instituto de Evolución en África o la Universidad Complutense de Madrid.
Este año se ha profundizado en la evolución de la industria lítica al final del periodo de existencia del Neandertal, pero también se han descubierto restos de fauna del Pleistoceno que compartieron escenario con las comunidades humanas de Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis. Se trata, por ejemplo, de molares de mamut y de caballo, además de otros fragmentos de huesos de animales de gran tamaño.
Las piezas han tenido que ser restauradas y reconstruidas, pues aparecieron en terreras de canteras antiguas, desmenuzados. "Ahora se recuperan para ser estudiados y mostrados y enseñar a través de ellos cómo era el contexto ecológico en el que vivieron los cazadores y recolectores del Paleolítico. Acudían a las riberas del río Záncara a aprovechar los importantes recursos cárnicos y vegetales que allí se concentraban", ha indicado Domínguez Solera.