Mientras Gabriel Luna-Sandoval, un ingeniero mexicano, estaba en el cuarto de baño tuvo una idea. Ahora, nueve años después, se acerca a hacerla realidad. Ha puesto en marcha una tecnología que utiliza la orina para calentar el agua, cocinar e incluso activar un generador.
Gabriel Luna-Sandoval ha logrado separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno de la orina producir biogás. Además, las partículas de oxígeno pueden servir para respirar en situaciones de emergencia, especialmente para los astronautas durante viajes largos. Al respecto, la Agencia Espacial Mexicana ha dicho que el descubrimiento es "una gran innovación" viable.
Sin embargo, para Luna-Sandoval, el principal interés de su descubrimiento es el uso que puede tener como alternativa o complemento al uso del petróleo.