Un grupo de científicos estadounidenses estaba rastreando el fondo marino del Atlántico norte en una misión cualquiera, y, de repente, se encontraron con un hallazgo como casi ningún otro. Habían dado, a 1885 metros de profundidad y sobre una colina marina, con la versión real de uno de los personajes más queridos y míticos de la humanidad: ahí estaban Bob Esponja y Patricio.

Una esponja marina -concretamente, de la especie Hertwigia falcifera- junto a una estrella de mar -especie Chondraster-. Lo cierto es que ambas sirvieron como inspiración para la creación de los personajes, pero su vida es bien diferente.

De hecho, las estrellas de mar se alimentan, entre otras cosas, de esponjas marinas, por lo que es probable que la cercanía de ambos se debiera a que estuviese a punto de devorarla. Nada de amistad.

Viven en una montaña submarina a 700 km de Nueva York

El descubrimiento lo hizo un robot del único buque exploratorio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. dedicado al estudio y descubrimiento del fondo marino. La misión en la que han pillado a Bob Esponja y Patricio tiene como objetivo investigar los montes submarinos de Nueva Inglaterra en aguas internacionales del Atlántico Norte.

Concretamente, el hallazgo de la esponja y la estrella junta se ha hecho hace apenas unos días en la montaña submarina Retriever, que se encuentra a unos 700 kilómetros de distancia de la ciudad de Nueva York. Así que no, lamentablemente no viven en una piña debajo del mar.

Lo ha compartido en sus redes el experto Christopher Mah, un biólogo marino, experto en estrellas de mar y en zoólogo de invertebrados.