A todos nos llaman la atención las nuevas versiones y las funciones adicionales de las aplicaciones que usamos a diario en el móvil, por eso de introducir un punto de novedad a algo que ya acaba resultando rutinario. Y más aún si se trata de WhatsApp, la aplicación más utilizada del mercado a nivel mundial y que cada mes emplean 2.000 millones de usuarios en todo el planeta, según datosde enero de 2021 recogidos por el portal de estadísticas 'Statista'.
La última oferta relacionada con esta popular aplicación es 'WhatsApp Pink', una versión de esta app de mensajes instantáneos en la que el tradicional color verde se sustituye por el rosa, además de prometer nuevas versiones. Suena muy moderno y muy 'cool', pero cuidado: es un engaño para introducir un virus informático y que perdamos el control de nuestros móviles.
La amenaza, por ahora, se está propagando principalmente en India, aunque, tratándose de una aplicación que funciona a nivel mundial, podría afectar a nuestros teléfonos en cualquier momento. La estafa llega al usuario a través de mensajes que se envían dentro de la app oficial y que invitan a descargarse la nueva versión, 'WhatsApp Pink'. Sin embargo, si se pincha en el botón que incluye el mensaje, el teléfono se infecta con un virus informático. Además, el usuario pierde el control de su móvil y los ciberdelincuentes acceden a contraseñas y datos bancarios y empiezan a enviar mensajes a todos los contactos guardados en la terminal. Así lo ha explicado Rajshekhar Rajaharia, un investigador de ciberseguridad indio, a través de su cuenta de Twitter.
Según el experto, se trata de un malware que se descarga automáticamente en el dispositivo en forma de un APK y que afecta a usuarios tanto de iOS como de Android que estén utilizando WhatsApp en el teléfono o en el ordenador (WhatsApp Web).
¿Qué hacer si ya te has instalado 'WhatsApp Pink'?
En el caso de que no hayas podido evitar caer en la tentación y hayas tratado de teñir tu WhatsApp de rosa, hay unos pasos que puedes seguir para que el riesgo de robo de datos sea el menor posible. En primer lugar, Rajaharia recomienda desinstalar la aplicación 'WhatsApp Pink', a través de la pestaña 'Ajustes' del teléfono.
A continuación, hay que desvincular todos los dispositivos que se hayan conectado a esta aplicación a través de WhatsApp Web. Además, se debe borrar el caché del navegador y verificar los permisos que hemos concedido a todas las aplicaciones instaladas en el móvil. Por último, aconseja no abrir ningún permiso sospechoso en ninguna de nuestras aplicaciones y descargar siempre las apps en las tiendas oficiales.
No es la primera vez: WhatsApp azul, dorado…
El hecho de que WhatsApp sea una aplicación tan popular la convierte en un cebo para los ciberdelincuentes, que tratan de aprovecharse de la curiosidad y del desconocimiento de muchos de sus usuarios para robar información privada. Además, su forma de actuar es casi siempre la misma: ofrecen versiones premium o especiales y funciones que no están presentes en la aplicación oficial. Ante esto, los operarios de la aplicación han alertado en varias ocasiones sobre los riesgos de descargar plataformas que ofrecen funcionalidades no disponibles de forma oficial.
En 2015, por ejemplo, se creó WhatsApp Azul, una versión que, al igual que sucede con la rosa, prometía modificar el color de la interfaz de la aplicación, aunque en este caso lo que hacía a cambio era emitir cuestionarios y suscribir a las víctimas a servicios de pago, indica Europa Press.
Con unos objetivos similares surgió también WhatsApp Plus, una versión modificada y no oficial que supuestamente ampliaría las funciones de la app original. Sin embargo, tan pronto como Facebook adquirió WhatsApp en 2014, la empresa estadounidense bloqueó las cuentas que utilizaban versiones distintas a la oficial.
Otra estafa fue WhatsApp Gold(dorado), que se popularizó en 2018 y que invitaba a los usuarios a descargarse una aplicación con la promesa de ofrecer servicios exclusivos, como la posibilidad de borrar mensajes enviados por error o de enviar hasta 100 fotografías a la vez. Sin embargo, la aplicación no existía como tal: era una excusa con la que los ciberdelincuentes pretendían robar los datos internos del teléfono, especialmente los bancarios.