Grandes ciudades europeas terminaron el primer mes de verano por lo alto en cuanto a temperaturas, sobrepasando los 40ªC. Cifras que proclaman junio de 2019 como el mes más caluroso en toda Europa, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial.

ECOSTRESS (Ecosystem Spaceborne Thermal Radiometer Experiment on Space Station) es el instrumento que la NASA utilizó para demostrar en imágenes la ola de calor a la que el pueblo europeo se expuso entre el 26 y 30 de junio.

El aparato puede detectar cambios de temperatura en diferentes momentos del día en áreas del tamaño de un campo de fútbol, además de medir las variaciones de las temperaturas del suelo en unas pocas décimas de grado.

Este instrumento entra en acción para monitorear la salud de las plantas, pero también puede detectar eventos de calor y así lo ha hecho la NASA.

Los efectos de la ola de calor en Roma y Madrid

Los efectos de la ola de calor en París y Milán

ECOSTRESS realizó un mapa de la superficie de Roma, París, Madrid y Milán durante las mañanas del 27 de junio y el 28 de junio, captando la temperatura del suelo.

La huella que se plasma en las imágenes publicadas muestra las temperaturas más cálidas en rojo y las más frías aparecen en azul.

Máximas temperaturas en el centro urbano

El efecto de la isla de calor urbano provoca que el núcleo central de cada ciudad sea mucho más caliente que el resto de terreno natural circundante. De esta forma, las zonas urbanas almacenan y re-irradian altas temperaturas a lo largo del día.

Las temperaturas que recogió la NASA en los días de junio que estudió con ECOSTRESS no bajaban de los 25-30ªC en la madrugada. Esto quiere decir que las superficies que atraen mucho el calor, como el asfalto, cemento y agua, recogieron el calor emitido los días anteriores y no lo expulsaron antes del la próxima jornada, como suele ocurrir en cirunstancias normales.

El calor que se recogió en dichas superficies elevó las temperaturas a los 40ª durante el mediodía en algunos lugares.

No es la primera vez que ECOSTRESS mide las temperaturas del verano. Éste se instaló el año pasado y comenzó a recoger datos de calor cuando solo llevaba tres días de vida.