Uno de los responsables del androide Pepper, Kaname Hayashi, presentó su nueva apuesta por la robótica emocional, Lovot, un aparato que aspira a convertirse en un nuevo compañero para el ser humano y solucionar el problema de la soledad.

En una rueda de prensa en Tokio, Hayashi reveló el prototipo de su nueva invención, que emula a robots tan famosos como BB8 de la saga Star Wars y el gato del futuro Doraemon, y saldrá a la venta en 2019.

Su nombre procede de la combinación de los términos "Love" y "Robot", y nace con el objetivo de "despertar sentimientos de amor" y crear un vínculo afectivo con su dueño.

Es tímido cuando conoce a alguien nuevo, reconoce las voces habituales y le encantan las muestras de cariño.

Con apenas la capacidad de interacción de un bebé o una mascota, Lovot no es útil ni trabaja para las personas, pero supone una presencia "reconfortante", según su creador.

A pesar de sus limitadas funciones está equipado con avanzada tecnología: cuenta con sensores en 20 lugares que evitan que choque o caiga, tiene una temperatura similar a la de un ser humano y es sensible al tacto.

También puede emitir sonidos a través de cuerdas vocales artificiales y sus ojos que le permiten fijar la mirada, parpadear, y reconocer las emociones del interlocutor.

Disponible para reservar a partir del día de su presentación, el 18 de diciembre, la compañía Groove X espera sacar Lovot al mercado en otoño o invierno de 2019, en formato de pareja, es decir, con dos unidades del robot por cada venta.

El precio de cada pareja se situará sobre los 4.600 euros, mientras que aquellos que deseen un solo Lovot tendrán que esperar a 2020, cuando se venderá por unos 2.700 euros.