Renault siembra las dudas sobre el futuro del Renault Mégane

Llegó en 1995 y desde aquel momento, el Renault Mégane ha sido conocido por haberse convertido en uno de los pilares de la marca francesa. Sin embargo, el futuro de este compacto está ahora en entredicho debido a las declaraciones del jefe de diseño de la firma. Si a esto añadimos la bajada en sus ventas y el peso que están adquiriendo los coches eléctricos… son muchos los interrogantes que sobrevuelan sobre él.

En una entrevista concedida a Auto Express, Laurens van den Acker (jefe de diseño de Renault) confesó que la marca está evaluando si los costes que implica el desarrollo y la fabricación del Mégane podrían destinarse a otros proyectos: “Cuando añadamos una gama de vehículos eléctricos a nuestra línea, otros vehículos tendrán que salir. No podremos permitirnos desarrollar todo al mismo tiempo y el Mégane está en un segmento que cada vez tiene más presión y más oferta. Tienes que poner tu dinero donde está el futuro”.

La electrificación

El Mégane es uno de los modelos más importantes para el fabricante francés; no en vano ha conseguido convertirse en una de las referencias en lo que a compactos se refiere. ¿Qué ha llevado, entonces, a Renault a hacerse este planteamiento sobre uno de los modelos básicos de su oferta? En principio se barajan tres hipótesis que responderían a esta pregunta.

Como decíamos se trata de un modelo ubicado en el segmento de los compactos y este es un sector en el que los niveles de competencia son muy altos. Para aguantar el ritmo de los rivales, es necesario adaptarse a los tiempos que corren. Y no hablamos sólo de conectividad, tecnología o automatización. Hacemos referencia a la que será la gran protagonista en el futuro: la electrificación.

Los rivales

Por otro lado, las ventas del Mégane llevan varios años dibujando una curva descendente. En el año 2010, Renault matriculó 465.732 unidades de su compacto estrella en Europa. Nueve años después el panorama es completamente distinto ya que por el camino las ventas en el Viejo Continente se han reducido a más de la mitad: 209.845 ejemplares en 2019.

Por último, sus rivales han empezado a tomarle la delantera. Un buen ejemplo de ello es el Volkswagen Golf: su última generación, la octava, no sólo llegó con aires renovados en tofos los sentidos, también lo hizo ampliando su oferta con versiones electrificadas. Y parece que en Renault han comprendido que esta será una de las claves de futuro para el sector… aunque eso significase que el Mégane podría dejar de forma parte de su oferta.