HAY QUE PENSAR ANTES
Lo que no te cuentan cuando te compras un compacto premium
Elementos como los materiales de la tapicería o diversos extras que no son estrictamente necesarios suben el precio de forma innecesaria para muchos bolsillos, por lo que conviene saber qué es lo importante al comprar un coche exclusivo del segmento C.

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Comprar un vehículo premium suele ser sinónimo de estatus social y, por qué no decirlo, una forma de presumir. Por eso, muchos deciden comprar un coche premium - independientemente del segmento - sin tener en cuenta si es realmente lo que necesitan. Incluso en segmentos no tan codiciados como el C, los compactos premium son objeto de deseo de muchos. Dicho esto, en este post vamos a incidir sobre ellos y el afán que tienen no pocos conductores en hacerse con uno sin seguir un criterio y prioridades claros. Si quieres tomar una decisión de compra inteligente la próxima vez, lee lo que tenemos que decirte en estas líneas.
La calidad de la tapicería se paga y mucho
Hay marcas como Volkswagen que, en modelos como el de la generación anterior del T-Cross, han tenido que recurrir a plásticos duros a fin de no encarecer demasiado el precio del coche en cuestión. Todo el mundo quiere tener a bordo el mejor material posible al tacto, pero ha de saber que eso implica rascarse bastante más el bolsillo y tener que elegir el nivel de acabado más alto en muchos casos. El cuero, las pieles o el Alcantara molan y mucho, pero es importante saber lo que es importante y lo que no para nosotros.
En cualquier caso, cada vez las marcas generalistas ofrecen mejores calidades y acabados en el interior de sus coches, como por ejemplo Peugeot, que coquetea con lo premium frecuentemente. Dicho esto, lo mejor en este sentido es asegurarse de que la tapicería es agradable y cómoda en el momento de probar el coche o de subirnos por primera vez a él si es posible antes de comprarlo.

Tener un motor que empuje está bien, pero que sea suficiente
Los motores de cierta potencia también contribuyen a que un compacto premium se encarezca. No son pocos los modelos que tienen su variante deportiva y que, por los componentes específicos que ofrecen a bordo, se tasen a un precio notablemente mayor que las unidades "estándar". El Hyundai i30 con el acabado N, el Volkswagen Golf con el R y GTI, el acabado Monte Carlo del Skoda Scala... son muchos ejemplos que podríamos poner por aquí. Sin embargo, dejan de tener sentido si no se van a exprimir sus prestaciones en circuito o si, en la mayoría de ocasiones, tan sólo se va a circular con él por la ciudad.
Dicho esto, un motor de entre 110 y 150 CV de potencia es adecuado para un uso promedio de un vehículo, si lo que se busca es un coche que cumpla con garantías tanto en el día a día como en la carretera.
Hay extras que no son prioritarios
A propósito de los deportivos, los asientos tipo bucket son un componente que no suele faltar en la oferta de extras. Así las cosas, ofrecen prestaciones muy especializadas para los que quieren emoción al volante y pisarle a fondo, dado que sujetan como ninguno en esas situaciones de alta velocidad. Pero te volvemos a decir que si no vas a exprimir tu coche en un circuito es una tontería elegirlos. Como también sucede con las luces de ambientación que ofrecen algunas marcas que hacen más molón el ambiente a bordo, pero que no aportan nada más.
Los navegadores y las pantallas más grandes también son otros elementos que contribuyen a subir el precio. En el caso del primero, si viene de serie perfecto, pero si hay que asumir coste adicional para tenerlo quizá compense más comprar un navegador asequible de los miles que hay en el mercado. Sobre las segundas, depende de la intuición de cada uno, de su envergadura física y de cómo tenga la vista. Los elementos de climatización o la pintura bitono son otros componentes añadidos que son prescindibles si la estancia es agradable de por sí con una infraestructura de refrigeración bien dotada para las filas de asientos.
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