HAY QUIENES LO AÑORAN
¿Por qué cada vez más coches nuevos eliminan el freno de mano tradicional?
El gesto de echar mano de la palanca situada entre el conductor y el copiloto para detener completamente el vehículo está en peligro de extinción.

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La tecnología es esencial en la automoción del presente y, por ende, en los coches que se lanzan al mercado. Cada vez tenemos vehículos más avanzados, con funciones que a veces nos dejan con la boca abierta y nos hacen la vida más fácil al volante, e incluso permiten que veamos modelos mucho más eficientes de lo que nos hubiéramos podido imaginar hace unos años. La modernidad ha llegado a tal nivel que hay elementos que nos eran familiares e indispensables y que, a día de hoy, ya ni siquiera están en muchos coches que salen. Hablamos del freno de mano, cuya ausencia es un enigma por resolver para algunos.
De la palanca a los botones
Todos alguna vez hemos tenido que recurrir al freno de mano para detener completamente nuestro coche al aparcar, como también a desactivarla para poder ponerlo en marcha. Dos gestos que parecen que ya son historia. Para ocupar su lugar, las marcas suelen apostar por un botón con el propósito de hacer esta tarea más intuitiva e inmediata. De esta forma, el sistema eléctrico al que va ligado permite iniciar la marcha de forma automática con el mero hecho de acelerar y detenerla pulsándolo. Entonces se desconectan de manera automática en el momento de acelerar.
Para ser más exactos, se trata de un pequeño interruptor que, al pulsar, bloquea los frenos del coche con la fuerza necesaria y aporta la ventaja de no tener que tirar con fuerza de la palanca de mano. No obstante, los hay que ofrecen una función de asistencia de arranque en pendiente en pos de aportar un plus de seguridad, activando durante unos segundos el freno de estacionamiento eléctrico cuando percibe que el coche se encuentra sobre una calzada en cuesta. Asimismo, ofrece mayor seguridad en las frenadas de emergencia evitando que el coche derrape.

Sólo unas pocas marcas siguen usando el freno de mano tradicional
Con todo ello, un motivo que puede explicar la creciente ausencia del freno de mano es la intención de crear más espacio entre los asientos del conductor y el copiloto a fin de que cada uno se pueda sentir más cómodo en el habitáculo y ubicar ahí elementos como huecos portaobjetos por ejemplo. Otra razón que explica el auge de los frenos de mano electrónicos son la mayor facilidad que ofrecen para ser instalados en comparación con uno tradicional.
Dicho esto, hace un par de años la empresa CarGurus hizo un estudio por el que descubrió que tan sólo tres marcas siguen ofreciendo la palanca tradicional en la mitad o en la mayoría de sus modelos: Suzuki (71 %), Abarth (66 %) y Dacia (50 %). Todo parece indicar que los fabricantes van a seguir apostando por el freno electrónico y desterrar el manual que tantas generaciones de conductores han empleado.
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