PLANIFICAR O MORIR
¿Puede un SUV eléctrico cruzar media España sin dramas?
La teoría dice que con el nuevo Ford Explorer EV se pueden hacer 600 kilómetros del tirón. En el mundo real, con carga hasta los topes, climatizador encendido y alguna alegría con el pie derecho, hablamos de 450-480 kilómetros reales… si no hay cuestas.

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La teoría dice que con el nuevo Ford Explorer EV se pueden hacer 600 kilómetros del tirón. Pero claro, eso es como creer que vas a sacar los consumos homologados en un coche de prensa sin pisar autovía. En el mundo real, con carga hasta los topes, climatizador encendido y alguna alegría con el pie derecho, hablamos de 450-480 kilómetros reales… si no hay cuestas. Así que para el trayecto Sevilla – La Coruña (unos 760 km), ya sabes lo que toca: planificar, parar, esperar, cargar… y repetir.
El Explorer tiene cargador CCS y admite hasta 185 kW de potencia en corriente continua, lo cual no está nada mal… sobre el papel. La realidad es que para exprimirlo necesitas cargadores que den esa potencia y, oh sorpresa, no abundan fuera de los ejes Madrid – Barcelona – Valencia. Así que toca buscar electrolineras fiables y cruzar los dedos para que no haya un Tesla ocupando el punto. Porque sí, puedes cargar en cualquier Ionity, pero mejor que tengas descargada media España en el móvil por si acaso.
El navegador del coche incluye planificador de ruta con carga, pero no es santo de nuestra devoción. No siempre escoge los mejores puntos, y a veces da rutas dignas del Camino de Santiago en versión eléctrica. Lo mejor es combinar el sistema del coche con apps tipo A Better Routeplanner o Electromaps, que permiten ver en tiempo real qué cargadores hay operativos y cuáles están libres. Sin planificación, cruzar media España con este SUV puede acabar en comedia negra.

¿Y si no quiero ser esclavo del enchufe?
Buena pregunta. Si haces el trayecto sin prisas, lo puedes montar bien: saliendo de Sevilla con la batería al 100%, una primera parada cerca de Plasencia para comer mientras cargas y luego otra en Ponferrada o Lugo, dependiendo de cómo hayas gestionado los kilómetros. Es decir, dos paradas largas sí o sí, y quizá una tercera breve si se te va la mano en algún tramo. Tiempo total de viaje: unas 10 horas largas, frente a las 8 que harías con un gasolina sin esfuerzo.
Pero si lo tuyo es apurar tiempos, el eléctrico sigue sin estar a la altura. Entre que cargas, que esperas, que el punto no arranca, que hay cola… acabas convertido en peregrino de la movilidad sostenible. Porque sí, tiene par de sobra, va fino y se conduce muy bien, pero eso da igual cuando una carga rápida se convierte en un café frío de 45 minutos.
Ojo con el invierno: si hace frío, la autonomía baja, la batería tarda más en alcanzar temperatura óptima y las recargas son más lentas. El coche lo intenta compensar precalentando la batería antes de llegar al punto de carga, pero eso también chupa energía. Total: si no eres previsor, puedes encontrarte a 20 km del cargador viendo cómo la autonomía cae más rápido que la cobertura del móvil en Castilla.

Entonces, ¿cruza España o no?
Sí, puede cruzarla. Pero con condiciones. Si te va la vida tranquila, los podcasts de tres horas y las paradas en pueblos donde el bar se llama “Casa Pepe”, vas a disfrutarlo. Pero si pretendes hacer el trayecto del tirón, sin renunciar a la calefacción ni a la dignidad, vas a necesitar paciencia, previsión y un poco de fe, porque con un eléctrico, el viaje no empieza al arrancar, sino la noche anterior con el Google Maps y discurriendo la ruta con más cargadores.
El Ford Explorer EV es cómodo, está bien insonorizado y tiene lo justo para no echar de menos un gasolina... salvo por lo evidente: el repostaje. Ahí es donde sigue perdiendo, y no hablamos de autonomía, sino de infraestructura, esperas y tiempos muertos. Cruzar España sin dramas no es imposible, pero sigue siendo una experiencia que exige más cabeza que corazón.
Así que sí, puedes hacerlo. Pero si tienes prisa o te toca cargar en un punto sin sombra en agosto, igual empiezas a echar de menos ese viejo diésel que olía a gasoil y libertad. El futuro eléctrico está llegando, pero todavía no es para todos los trayectos ni para todos los públicos. Por ahora, cruzar España con un SUV eléctrico es posible… siempre que no te importe convertirte en estratega del enchufe.
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