¿SE DESINFLA?
¿Se difumina el efecto BYD? El primer traspié de la marca en cinco años
El auge de BYD ha sido un fenómeno imparable, hasta que ha registrado su primer dato negativo en el último trimestre. Uno de los factores es la guerra de precios.

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BYD, Build Your Dreams. El nombre de la marca es alentador, tanto como el éxito registrado por la propia compañía durante el último lustro. En los meses posteriores al salir de la pandemia, nadie había visto un BYD y ahora son mayoría. La estrategia de producción, distribución y marketing del fabricante chino han sido una maravilla. Sin embargo, parece que el suflé empieza a bajar en términos de ventas.
Según Reuters, las ventas de BYD en el tercer trimestre del año (julio, agosto y septiembre) cayeron un 2,1% respecto al mismo periodo del año anterior. Esto supone el primer descenso de la marca en los últimos cinco años, un dato que supone todo un punto de inflexión. Está claro que el terreno se les ha complicado.

Cinco años para responder a BYD
BYD ha triunfado sobre todo en Europa, donde la población no tiene tanta reticencia a los modelos chinos, como sí ocurre en Estados Unidos. Y aunque han tardado en moverse, los fabricantes del Viejo Continente y resto de Asia han reaccionado a la invasión de eléctricos e híbridos de BYD. Lo han hecho sacando al mercado sus propios modelos, bastante competitivos en cuanto a fiabilidad, despliegue tecnológico, y precio.
Habían cedido demasiado terreno a BYD el resto de fabricantes chinos, hasta que han dicho basta. Ahora compiten cara a cara, han iniciado una guerra de precios que ha abarato el coste medio de los modelos eléctricos o híbridos. Y en este nuevo contexto de mayor batalla, las ventas de BYD se han resentido. No obstante, el hecho de que hayan pasado cinco años para esta primera cifra negativa demuestra una realidad, y es que las marcas chinas tienen una capacidad brutal para reorientar estrategias en poco tiempo, mientras que las marcas más tradicionales necesitan mucho más tiempo para adaptarse.

Guerra de precios, ideal para los compradores
No obstante, en España el SUV pequeño eléctrico más barato sigue siendo el BYD Atto 2, igual que el BYD Dolphin Surf el utilitario eléctrico más asequible. Pero la verdadera dureza de la batalla está en los coches de mayor tamaño y que, por consecuencia, suelen ser más caros de producir. En los segmentos SUV grande y XXL, hay algunos modelos más económicos que los BYD, como el Hyundai Ioniq 5 o el Kia EV6, y en cuanto a las berlinas hasta el Tesla Model 3, el Citroën C4 X o el Mazda 6e son más baratos que el BYD Seal.
Es cierto que el equipamiento de estos vehículos suele ser algo más justo que el de los BYD. Pero en cualquier caso, ya se están poniendo a la altura. Y aun así, precios más baratos siguen siendo una buena noticia para los compradores.
En este nuevo contexto competitivo, surge una clara pregunta que afecta de lleno a los consumidores. ¿Hasta qué punto serán capaces de llevar las marcas esta guerra de precios, continuarán bajando y, por lo tanto, vale la pena esperar un poco más para comprar un coche eléctrico?
Cuando en el mercado teníamos tres marcas destacadas por cada segmento, era fácil que no se hicieran daño entre ellas con precios demasiado agresivos. Pero con marcas chinas dispuestas a "romper la banca", es lógico pensar que la guerra de precios seguirá. Y eso, en cualquier caso, siempre es bueno para los compradores, que podremos conseguir vehículos de calidad a precios más competitivos. BYD ha podido dar su primer traspié, pero ha llegado para brillar y dar guerra durante muchos años. Al final, eso son buenas noticias para los usuarios.
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