CAMBIAR DE COCHE TIENE SUS VENTAJAS
¿Conoces las ventajas de las etiquetas ECO y CERO? Te las contamos todas
Las Zonas de Bajas Emisiones ya no son cosa del futuro. Están aquí, operativas, y en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia ya marcan quién entra y quién no. Te explicamos para qué sirve cada etiqueta.

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Las Zonas de Bajas Emisiones ya no son cosa del futuro. Están aquí, operativas, y en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia ya marcan quién entra y quién no. Pero hay un dato que no siempre se aclara: los únicos que tienen vetado el acceso son los coches sin etiqueta. Si tu coche lleva una ECO o una CERO, de momento, puedes moverte sin problemas.
Ahora bien, ¿vale la pena buscar un coche con una de estas etiquetas? ¿Realmente ofrecen ventajas más allá de esquivar multas? La respuesta corta es sí. La larga, te la explicamos en los siguientes apartados, con todo lo que necesitas saber para decidir si dar el salto.
Qué es una etiqueta ECO (y en qué se diferencia de la CERO)
Los coches con etiqueta ECO no son eléctricos, al menos no del todo. Hablamos de híbridos no enchufables, híbridos enchufables con menos de 40 kilómetros de autonomía en eléctrico, y también vehículos que funcionan con gas, ya sea GLP o GNC. Son coches más eficientes, pero no cero emisiones.
La etiqueta CERO, en cambio, se reserva para los eléctricos puros o híbridos enchufables capaces de circular más de 40 kilómetros solo con electricidad. Son los únicos que pueden presumir de emitir cero gases contaminantes en ciudad, y por eso están en lo más alto de la clasificación.
Libertad para entrar en el centro de las ciudades
Tanto los ECO como los CERO pueden circular por las ZBE sin restricciones. Esa es la ventaja clave. Mientras que los coches sin etiqueta (gasolina anteriores a 2000 o diésel anteriores a 2006) ya no pueden entrar en muchas zonas urbanas, estos sí tienen vía libre.
Los coches con etiqueta B o C también pueden circular, aunque cada vez con más condiciones. En cambio, quienes tienen una ECO o una CERO tienen garantizado el acceso, incluso en episodios de alta contaminación. Esa diferencia, en la práctica, ya marca qué coches seguirán siendo útiles en ciudad dentro de cinco años.
Ventajas al aparcar en zona regulada
Otra ventaja nada menor es la tarifa reducida (o nula) en las zonas de estacionamiento regulado. Muchos ayuntamientos permiten que los coches con etiqueta CERO aparquen gratis en zona azul o verde. Los ECO, por su parte, disfrutan de descuentos que en algunos casos alcanzan el 75 %.
Esto no solo ayuda al bolsillo. También convierte a estos coches en una opción práctica para quienes necesitan aparcar con frecuencia en el centro, desde profesionales autónomos hasta familias que usan el coche a diario.
Impuestos más bajos y acceso a ayudas
Las etiquetas no solo afectan a la movilidad. También tienen impacto fiscal. En muchas ciudades, los coches ECO pagan menos por el impuesto de circulación, y los CERO están directamente exentos. No es un detalle menor si lo sumas año tras año.
Además, estos vehículos pueden acogerse a ayudas del Plan MOVES y otras subvenciones públicas. En el caso de los eléctricos, también se ahorran el impuesto de matriculación, lo que compensa parte del precio más alto en la compra inicial.
Carriles BUS-VAO y otras ventajas poco conocidas
En algunas ciudades, los coches con etiqueta CERO pueden usar los carriles BUS-VAO incluso con un solo ocupante. Esta medida busca premiar a quienes contaminan menos y alivia los atascos para los conductores que más lo necesitan.
No es una norma estatal, así que depende de la ciudad o comunidad autónoma. En algunos casos, los ECO también tienen acceso, aunque suele ser más limitado o estar condicionado por el horario. Aun así, es una ventaja que puede marcar la diferencia en trayectos diarios.
Y cuando llega un episodio de contaminación…
Cuando los niveles de contaminación suben, muchas ciudades activan restricciones al tráfico. Primero se prohíbe circular a los coches sin etiqueta, luego a los que tienen etiqueta B, y así sucesivamente. Solo los CERO (y casi siempre los ECO) siguen circulando sin problema.
Esto garantiza que, pase lo que pase, siempre podrás moverte. No dependerás del transporte público ni te arriesgarás a una multa por circular cuando no debes. Es una seguridad que, en ciudades con alta contaminación, tiene cada vez más valor.
Si tu coche no tiene etiqueta, hay poco que rascar
Lo sentimos, pero es la realidad. Si tu coche no tiene etiqueta, ya estás fuera del juego urbano. Puede que aún tengas margen en tu ciudad, pero cada año ese margen será más pequeño. No es cuestión de si te afectará, sino de cuándo.
No hay forma de conseguir una etiqueta si tu coche no cumple los requisitos. No hay pegatina que valga. La única opción es cambiar de coche o resignarte a moverte cada vez menos. Y eso, en plena época de restricciones, no es una buena estrategia.
Resumen de ventajas, punto por punto
- Acceso a Zonas de Bajas Emisiones (ZBE)
Tanto los coches ECO como los CERO pueden circular sin restricciones.
- Restricciones por episodios de contaminación
Los ECO apenas se ven afectados. Los CERO siguen circulando sin problema.
- Parking en zonas reguladas
Los ECO tienen descuentos de hasta el 75 %. Los CERO, en muchas ciudades, aparcan gratis.
- Impuesto de circulación
Los ECO pagan menos. Los CERO están exentos en muchos ayuntamientos.
- Impuesto de matriculación
Los CERO no lo pagan si emiten menos de 120 g/km, lo que es habitual en eléctricos. Los ECO no suelen tener este beneficio.
- Acceso a ayudas públicas (Plan MOVES, etc.)
Ambos tipos pueden acceder a subvenciones, aunque los CERO suelen llevarse las mayores cantidades.
- Uso del carril BUS-VAO
En algunas ciudades los ECO pueden utilizarlo. Los CERO tienen acceso más generalizado, incluso con un solo ocupante.
En resumen: no todo lo ECO es igual, pero sí es mejor
No hace falta volverse fan de los eléctricos ni ir corriendo a por un Tesla. Pero si te mueves por ciudad y aún conduces un coche sin etiqueta, el cambio no es solo recomendable, es prácticamente obligatorio. Las ventajas están ahí, y lo que hoy es un privilegio, pronto será una necesidad.
La etiqueta ECO te abre puertas. La CERO directamente te pone la alfombra roja. Tú decides hasta dónde quieres llegar.
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