El Día Nacional del Orgullo llega marcado por los pactos que la derecha del PP y la ultraderecha de Vox ha alcanzado en diferentes ayuntamientos y comunidades autónomas tras las elecciones del 28 de mayo. Sus efectos en materia LGTBI ya se notan, por ejemplo, en las localidades en las que se ha prohibido colocar la bandera con los colores del arcoíris en edificios institucionales.

Pero esta jornada de reivindicación, lucha y celebración -se celebra este miércoles 28 de junio con motivo del aniversario de los disturbios de Stonewall (Nueva York) de 1969- coincide también con la precampaña de las elecciones generales del 23 de julio en la que también el PP y Vox han dejado constancia de cuál es su postura respecto a los derechos del colectivo.

Vox: una 'lona de odio' y un líder que no celebra porque es heterosexual

Es sabida la posición de los de Santiago Abascal, que colgaron en una céntrica calle madrileña una lona en la que llamaban a tirar a la basura los derechos LGTBI, el feminismo o la lucha contra el cambio climático. Una enorme pancarta que la Junta Electoral de Zona les ha hecho retirar, no por su mensaje de odio, sino porque se considera que es un acto de campaña que está fuera de los plazos indicados.

Cuando a Santiago Abascal se le pregunta su opinión sobre el Día del Orgullo, dice que no lo celebra porque es "heterosexual" y dice además que hay "muchos homosexuales que no lo celebran" porque "no reducen su ser a su preferencia sexual", porque "no es un día tan importante como algunos políticos nos quieren hacer creer" o porque "no creen que tengan que tener un día especial de celebración".

El PP y su burla de la ley Trans

Cree el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cuando Alberto Núñez Feijóo dice que va a "derogar el sanchismo" se refiere a, entre otras cosas, "quitar la bandera LGTBI". Eso ya lo hacen en los territorios en los que gobiernan junto a Vox. Pero el líder del PP ha avanzado que si llegase al gobierno suprimiría la Ley Trans.

Esta fue una ley que principalmente trata de despatologizar al colectivo, eliminando los requisitos que había para realizar el cambio de nombre y sexo en el Registro Civil a partir de los 16 años. Ya no es necesario un diagnóstico médico que acredite una disforia de género ni un tratamiento hormonal durante, al menos, dos años, para que las personas transexuales puedan iniciar la transición.

Pero no solo eso. Esta normativa también prohíbe las terapias de conversiones, prohíbe la modificación genital de menores de 12 años intersexuales, y garantiza el acceso a técnicas de reproducción asistida a las personas lesbianas, bisexuales y trans con capacidad de gestar. También aborda medidas en el ámbito educativo y sanitario.

Feijóo quiere derogar todo eso, aunque dice que sí hará una ley trans porque "hay un colectivo trans que tiene sus derechos y los vamos a regular". Mientras, se burla de la ley actual y dice que es "mucho más fácil cambiarse legalmente de sexo que aprobar la selectividad o que sacarse el carnet de conducir".

Lo mismo ocurre con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que reformará la ley trans madrileña. Esta es una medida que exigía desde la anterior legislatura Vox y que ahora celebran los de la extrema derecha, dando cuenta de que hay buena sintonía ideológica.

Los Ayuntamientos en los no habrá bandera arcoíris

Desde que PP y Vox se estrechan la mano en diferentes localidades españolas, son muchos los ayuntamientos y edificios institucionales en los que ya no se desplegará una bandera LGTBI ni siquiera en una fecha señalada como esta.

El primero en decidirlo fue el gobierno de la localidad valenciana de Náquera, donde el pacto entre la derecha y la ultraderecha incluye precisamente retirar la bandera LGTBI.

En Torrijos (Toledo), el consistorio, formado íntegramente por concejales de PP y Vox, ha retirado también la bandera arcoíris de la fachada del Ayuntamiento alegando que ya hay una puesta en la Plaza de España de la localidad. Sin embargo, las entidades del colectivo de Torrijos aseguran que siempre ha habido dos banderas. Tampoco ondea esa bandera en el Ayuntamiento de Toledo.

En el Parlament balear, que ahora preside Gabriel Le Senne (Vox) tras un pacto con el PP, no habrá tampoco bandera LGTBI durante el Orgullo. Y en el Ayuntamiento de Madrid, donde el 'popular' José Luis Martínez Almeida ya no necesita el apoyo de Vox para gobernar, tampoco habrá bandera y se limita la celebración del Orgullo a iluminar la fuente y el Palacio de Cibeles con los colores del arcoíris.

Con esta situación, sorprende que los dirigentes del Partido Popular y las cuentas oficiales de la formación hoy sean todo color y mensajes en favor del amor libre, por el Día del Orgullo. Esto es algo que han reprochado desde el Gobierno. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha lamentado que en pleno proceso de negociaciones para gobernar con Vox esté asumiendo también sus planteamientos.

"Hemos aprendido que el problema no es que el PP esté dispuesto a pactar con Vox, que lo está. Eso no es lo peor. Lo peor es que el PP asume planteamientos de la extrema derecha. El cambio climático, la violencia de género, y ahora el orgullo LGTBI", ha lamentado en una entrevista en 'Radio Castilla-La Mancha'.