Golpe de gracia del socialismo al independentismo y a la derecha en un 12M que puede generar una onda expansiva en el escenario político nacional. El líder del PSC, Salvador Illa, ha superado lo que vaticinaban la mayoría de encuestas y sondeos publicados hasta la noche de este domingo al convertirse en el claro ganador de las elecciones catalanas. Lo ha hecho con una marcada diferencia respecto al resto de competidores, si bien no está ni mucho menos garantizado el cambio al que aspira tanto su entorno como Moncloa. El futuro Govern queda en manos de ERC, que puede llegar a poner en jaque la gobernabilidad de Cataluña e, incluso, la de España.
Frente al arrollador resultado de Illa quedan retratados los partidos de un 'procés' desgastado y que se lleva a casa una histórica derrota. Ni siquiera el esperado regreso de Puigdemont, que tiró de épica para impulsar a Junts, ha frenado la embestida del PSC, provocando la debacle de ERC y de la CUP en esta jornada electoral. Este dato es prueba de ello: los independentistas no solo no suman lo necesario para gobernar, sino que se quedan verdaderamente lejos de la mayoría absoluta. Pero nada está cerrado aún. Es cierto que este reparto de escaños permite poner en marcha un gobierno progresista a tres, pero la sombra de la repetición electoral también acecha.
Con los resultados sobre la mesa, solo hay un escenario viable para aclarar el futuro político de Cataluña, pero su puesta en marcha no es ni mucho menos fácil. La victoria de Illa, con el 28,3% de los votos, traducidos en 41 parlamentarios, permitiría al candidato socialista liderar un tripartito de izquierdas. Y es lo que va a intentar, tal y como ha confirmado en su (escueto) discurso posterior a la victoria: "Cataluña abre una nueva etapa, y ningún catalán quedará fuera de ella. Toca al PSC liderarla y asumo esta responsabilidad". Ha sido el ex primer secretario del PSC quien, unos minutos después, ha revelado que se intentará con "todos", a excepción de la ultraderecha.
Para formular ese tripartito, Illa debería contar con el apoyo de Comuns-Sumar (5,7% de los votos y 6 escaños). Pese a este pinchazo, Jessica Albiach ya ha advertido de que no pondrá trabas y trabajará para llegar a un acuerdo. De hecho, ha llamado a "todas las fuerzas de izquierdas" a construir un nuevo Govern, ya que considera que es la única manera de responder a las necesidades de Cataluña. El problema es que entre esas fuerzas está ERC, con quien también deberá tratar Illa, lo que puede complicar sobremanera las posibilidades de un Govern progresista sumando a Pere Aragonès.
Tripartito... o repetición electoral
¿Es Esquerra más independentista que progresista? ¿Es más progresista que independentista? La respuesta a esta pregunta es esencial para dibujar el nuevo esquema político de Cataluña. El resultado de ERC (13,6% y 20 escaños tras una sonora caída de 13) abre un debate interno crucial en la formación: apoyar al PSC o dar pie con su rechazo a una inevitable repetición electoral a falta de otras alternativas. En su intervención postelectoral, el hasta ahora president Aragonès no solo ha reconocido la derrota, sino que además ha dejado un primer mensaje que ya hace tambalear los cimientos: "PSC y Junts han ganado; la polarización ha ganado. A ellos les corresponde gestionar nueva etapa. ERC continuará trabajando en su proyecto político desde la oposición".
Es verdad que, antes de este 12M, Illa ya defendía que no rehusaba ningún pacto, salvo si este pasaba por una firma con Vox o Aliança Catalana. Esto es, no descartaba un acercamiento con Junts per Catalunya. Sí lo rechazó con un rotundo 'no' Josep Rull, peso pesado de una derecha catalana que confiaba en la revolución liderada por un renovado Puigdemont, el hombre llamado a recuperar la ilusión en el sector soberanista catalán. Y en cierto modo, lo ha conseguido, a tenor de sus resultados (35 diputados tras lograr el 21,6%). Pero el duro golpe en Esquerra, así como en la CUP (4% de los votos y 4 escaños), ha esfumado de un plumazo las expectativas.
Un Govern tripartit tan justito y pendiente del escrutinio es mala opción para el país"
"Somos la única fuerza independentista que ha aumentado en votos y escaños, aunque no es suficiente para ganar las elecciones. Parte del electorado independentista sigue sin movilizarse. Esto requiere una reflexión sobre la unidad", ha expresado un expresident que ha dejado claro que su partido también se va a la oposición, no sin antes mandar un recado a las formaciones progresistas y, por tanto, poniendo en duda la primera posición expresada por Aragonès: "Un Govern tripartit tan justito y pendiente del escrutinio es mala opción para el país y para el Gobierno de Cataluña".
A esta ecuación de por sí complicada hay sumar los efectos que tendrá a nivel nacional. No en vano, cabe recordar que el Gobierno de coalición gestionado por PSOE y Sumar y con Pedro Sánchez a la cabeza está sostenido actualmente por Junts per Catalunya y ERC. Cualquier movimiento imprevisto por unos y otros puede hacer saltar por los aires acuerdos muy importantes para el futuro político de España, que incluyen una ley de amnistía que ya ha pasado por el Senado y se votará nuevamente en el Congreso a finales de este mes. Si nada cambia y eso incluye las relaciones entre los independentistas y el socialismo a varios niveles-, el 30 de mayo se aprobará una norma amnistiadora que, entre otras cosas, permitirá el regreso de Puigdemont a España.
PP crece, Vox se mantiene; la xenofobia llega
En este complejo panorama político no suma, ni resulta clave en ningún caso, la derecha ni la ultraderecha, que no obstante salen reforzadas en conjunto. Los populares catalanes, que aspiraban a revertir el peor resultado de su historia, han logrado dar el 'sorpaso' a Vox y se sitúan como cuarta fuerza política, con el 10,9% de los votos equivalentes a 15 escaños(12 más que en 2021). "El PPC ha vuelto, y lo hace con más fuerza que nunca", ha celebrado el candidato, Alejandro Fernández, que ha añadido: "Hay partidos que desaparecen, pero nosotros decidimos luchar y no darnos por vencidos nunca". Recado directo a Ciudadanos, que desaparece del mapa catalán tras ser superado incluso por PACMA.
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Las urnas también han dado protagonismo a la ultraderecha, con un Vox consolidando sus 11 diputados en el Parlament tras hacerse con el 7,9% de los votos. "Hemos roto todas las encuestas", no ha dudado en afirmar Ignacio Garriga, candidato en esta carrera electoral, a pesar de repetir prácticamente los mismos resultados. Aun con ello, ha amenazado: "La oposición contra el independentismo y el socialismo de estos tres años en el Parlament no tiene nada que ver con la que vamos a hacer en los siguientes". De formarse un Govern, Vox no estará solo, pues irrumpe este 12M Aliança Catalana (3,79% del voto y 2 parlamentarios), partido con claros tintes xenófobos y racistas, y con un mensaje absolutamente islamófobo.
El acuerdo, más cerca
PSC y ERC, más cerca de la investidura mientras Puigdemont presiona para evitar el pacto
La vuelta de Marta Rovira a España gracias a la Ley de amnistía puede haber facilitado el acercamiento de posturas entre ERC y PSC de cara a la investidura. Los republicanos hablan del "fin de la represión", aunque insisten en que es momento de "avanzar hacia el Referéndum".