Ayer nos despertamos con la noticia de una joven de 28 años que había fallecido en Badajoz por una intoxicación aguda de un supuesto "quemagrasas", el ácido lipoico. Ingresó en estado de coma al ingerir una dosis muy superior a la recomendad, al parecer, por error. El caso es que recomendación como tal no existe, entendiendo recomendación como la dosis que la evidencia científica propone para un efecto concreto, en este caso, el de perder grasa.

El ácido lipoico es un complemento nutricional utilizado por deportistas, especialmente los que practican fitness, como antioxidante. Aunque se ha popularizado en el mundo de los trucos para perder peso y las dietas, y cualquier lo puede adquirir en un herbolario, la mayoría de la población seguramente no había oído hablar de él antes. Por eso, vamos a ver qué es, qué efectos demostrados tiene, y sobre todo, cuales son los riesgos de este complemento.

¿Qué es el ácido lipoico?

El ácido lipoico, también conocido como ácido alfa lipoico (ALA) es un derivado de un ácido graso, concretamente del octanoico. Existe de forma natural en nuestro cuerpo y es un potente antioxidante.

Pero por lo que se conoce popularmente es por haberle otorgado propiedades "quemagrasas". Esta fama deriva fundamentalmente en que una de las muchas funciones que puede tener en el cuerpo es la de ser cofactor de enzimas implicadas en el ciclo de Krebs o ciclo de los ácidos tricarboxílicos, que es la ruta de reacciones químicas que tienen lugar dentro del cuerpo por el cual se transforman los macronutrientes, fundamentalmente hidratos de carbono y grasa, en energía (ATP es la molécula que utiliza el cuerpo como "moneda energética").

Es decir, que ayuda en las reacciones químicas que van a transformar los nutrientes energéticos en energía, para después utilizar esta energía. De este hecho bioquímico muchos han hecho una regla de tres directa (y errónea) de que, cuanto más ácido lipoico tengamos, más glucosa y ácidos grasos quemaremos. Algo que no tiene sustento científico, ya que el cuerpo sólo va a generar la energía que se necesita en ese momento. Es decir, que si no aumentamos la necesidad de energía (bien porque hacemos más ejercicio físico o bien porque hacemos una restricción de calorías, por ejemplo), el cuerpo no va a generar energía sin ningún motivo.

Por ejemplo, es como decir que cuantos más ladrillos compremos, la casa se hará sola, sin esfuerzo. Y no es así, seguiremos necesitando cemento, herramientas, y obreros que la construyan. Sobre todo, obreros.

¿En qué alimentos hay ácido lipoico?

El ácido lipoico está en casi todos los alimentos en mayor o menor medida. Pero se ha constatado que se puede encontrar en mayor cantidad en el riñón, corazón e hígado bovino, o en las espinacas, el brócoli y el extracto de levadura. Aún así, la cantidad de ácido lipoico de la dieta es escasa, aunque no es un problema, ya que, en caso de necesidad, el cuerpo es capaz de fabricarlo por el mismo a partir del ácido graso octanoico. En resumidas cuentas, no nos tenemos que preocupar por tener una carencia de esta molécula.

¿Necesito tomar ácido lipoico?

De forma general, ninguna persona necesitaría tomar un suplemento de este ácido, ya que el cuerpo es autosuficiente y se abastece sintetizándolo el mismo. Hay algunos investigadores que señalan al ALA como posible nutriente con efectos beneficios para las neuropatías diabéticas (una complicación derivada de la diabetes mellitus), enfermedades cutáneas, o para el tratamiento del glaucoma y dolores de cabeza. Pero la realidad es que la evidencia científica que hay al respecto es muy poca y muy limitada, por lo que no podemos afirmar que nadie necesite un suplemente de esta molécula.

¿Cuál es la cantidad recomendada de ácido lipoico?

Al no existir evidencia científica suficiente, tampoco existe una guía consensuada de dosificación. Aunque se habla de 100 mg al día para conseguir su efecto antioxidante, o dosis entre 300 y 600 mg al día para el tratamiento de los problemas derivados de la diabetes que hemos comentado, hay que remarcar que no hay suficientes estudios como para asegurar que: primero, existe de verdad un efecto beneficioso en estos casos, y segundo, que es seguro y no va a tener efectos secundarios a largo plazo.

¿Qué cantidad es excesiva de ácido lipoico?

No existe una dosis clara por debajo de la cual sepamos que no existen efectos adversos. Es verdad que no es la primera vez que se da una sobredosis de ALA, ya que hay otros casos como en 2018, que una mujer turca moría por consumir una dosis de 18 gramos, o en 2014, cuando una chica de 14 años moría en Alemania por consumir 6 gramos.

Los efectos secundarios que se han descrito van desde el dolor de cabeza, sensación de hormigueo, erupciones en la piel o calambres musculares, hasta la muerte. La seguridad de este nutriente en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, niños o personas con enfermedades hepáticas y/o renales es desconocida. Los efectos secundarios siempre van a depender de la dosis que hayamos ingerido.

¿Por qué no está regulada la venta de ácido lipoico?

Como hemos visto, la regulación de los suplementos y complementos nutricionales no siempre es suficiente, ya que, aunque no son fármacos y no están bajo la ley del medicamento y las leyes que regulan desde su administración, dispensación y publicidad. Tampoco son inocuos, al igual que cualquier sustancia o nutriente. Todo tiene riesgos en nutrición, tanto por exceso como por defecto.

Como decía Paracelso, la diferencia entre medicamento y veneno es la dosis. Algo que puede ser inofensivo en la dosis adecuada, puede ser mortal en altas dosis. Hasta el agua si nos pasamos de la raya bebiéndola.