Pues mastica.

Cuando entre los 6 y los 9 meses les digo a las madres y padres que no han optado por hacer el Baby Led Weaning o alimentación autorregulada por el bebé, que ya pueden empezar a darle trozos de pescado, o plátano, o la mayoría de alimentos que puedan aplastar con lengua y paladar, muchos de ellos me contestan con un:

- ¿¡Ya!? ¡Pero si no tiene dientes!

Con una amplia sonrisa les digo:

- No pasa nada, los bebés mastican con las encías. No hace falta que tengan dientes para comenzar con trocitos.

¿Y por qué a los 6 meses sí están preparados y antes no?

Antes de los seis meses el único alimento que necesitan los bebés es leche materna o fórmula adaptada en su defecto. Nada más.

Pero además si les diéramos trozos a esas edad no los sabrían gestionar. ¿Os habéis fijado alguna vez como si les ofrecemos un trocito o incluso una cucharada de una papilla espesa a un bebé de 3-4 meses, este saca la lengua y lo tira todo? ¿O incluso al meterle el chupete en la boca?

- Le he dado a probar un poco de papilla de frutas e inmediatamente ha sacado la lengua y lo ha tirado- me comentáis decepcionadas.

No es que no le guste, como me decís muchos. Es el reflejo de extrusión que está presente hasta los 4-5 meses de vida. Ese es el motivo por el que todo bebé por debajo de esta edad, al notar algo más o menos sólido en su boca, lo expulsará con la lengua de forma automática. Puro instinto de supervivencia para no atragantarse.

Los recién nacidos están preparados para deglutir líquido desde el mismo instante en el que nacen, sin embargo, el reflejo de extrusión les impide tragar o masticar alimentos más sólidos hasta los 5 meses o más.

Al mismo tiempo que su cerebro va madurando y son capaces de sujetar la cabeza, comenzarán a mantenerse erguidos sentados y serán capaces de reírse a carcajadas (¡qué mágico momento!); pues bien, al alcanzar los 7-9 meses ya estarán preparados para masticar. Los movimientos masticadores reflejos aparecen entre el séptimo y el noveno mes de vida. Debemos ayudarles en ese proceso y ofrecerles trocitos blandos y observar cómo se manejan. ¡Con dientes o sin ellos, si les enseñamos, aprenderán!

Nunca le ofrezcas hasta los cinco años:

- Uvas enteras

- Frutos secos enteros o en trocitos (solo molidos).

- Salchichas tipo Frankfurt en rodajas y en general cualquier alimento que no sea capaz de aplastar con lengua y paladar.

¡Así que pierde el miedo! Siéntate a su lado, ofrécele trocitos y obsérvale.

Si se desenvuelve bien y encima disfruta, ¡adelante!

Si por el contrario con seis o siete meses lo ves un poquito perezoso e incluso hace ademán de atragantarse y ya te ha dado algún que otro susto, tómatelo con más calma y en un par de semanas lo vuelves a intentar.

¡Ánimo!