La paga extra no es algo a discreción del empresario, un derecho adquirido o una costumbre empresarial, sino que se trata de un derecho totalmente reconocido por el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 31, de 'Gratificaciones extraordinarias'.

En concreto, el texto dice que el trabajador tiene derecho a dos gratificaciones extraordinarias al año, siendo una de ellas con ocasión de las fiestas de Navidad y la otra en el mes que se fije por convenio colectivo o por acuerdo entre el empresario y los representantes legales de los trabajadores.

Cuántas pagas extraordinarias hay

Es decir, de manera estricta, la norma solo recoge como paga extraordinaria la de Navidad, dejando la otra a lo acordado en el convenio colectivo. No obstante, la mayoría de las empresas hacen este segundo pago extra en verano, en el mes de junio, coincidiendo con el inicio de las vacaciones.

En algunas ocasiones, los convenios colectivos establecen más pagas, normalmente llamada paga de beneficios, pero todos los trabajadores tienen derecho a dos pagas extraordinarias anuales.

La citada paga de beneficios en realidad en este momento no está ligada a que la empresa tenga o no beneficios; en casi todos los casos se ha consolidado como un derecho de los trabajadores.

La empresa y los trabajadores también pueden acordar prorratear las pagas durante los doce meses del año y cobrar un poco más cada mes.

¿Cuánto se cobra en la extra?

Lo que se cobra en la paga extraordinaria viene determinado por el convenio colectivo o en el acuerdo de empresa, aunque la cantidad a percibir nunca deberá ser inferior a 30 días de salario base o el salario mínimo interprofesional (SMI), que en 2022 es de 1.000 euros al mes por 14 pagas (33,33€ al día o 14.000€ anuales)

Es decir, por lo general, la paga extra que recibe el trabajador equivale al salario base recogido en sus nóminas, al que puede añadirse algún plus.

Cómo saber cuál es el salario base

El salario base es el salario pactado entre trabajador y empresa sin incluir los complementos salariales, como puede ser el de antigüedad, peligrosidad o nocturnidad. Esta cantidad debe aparecer especificada en el contrato de trabajo. La suma del salario base y complementos salariales nunca puede ser menor que el salario mínimo interprofesional (SMI).

Según el Estatuto de los Trabajadores, el salario base es una "retribución fijada por unidad de tiempo o de obra" que, según estudios del Instituto Nacional de Estadística, en la práctica supone más del 65% del salario.