La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una patología crónica y progresiva que afecta a aproximadamente al 10% de la población entre 40 y 80 años de curso crónico y progresivo. Por ello, su diagnóstico precoz es fundamental ya que puede prevenir las complicaciones que pueden aparecer en esa progresión lineal que tiene la enfermedad. Sin embargo, existe una alta prevalencia de infradiagnóstico: hasta un 75%.

Con frecuencia, tal como explican desde Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la EPOC va asociada con al tabaquismo, con exacerbaciones (el aumento de una duración limitada de la gravedad de un síntoma o de una enfermedad) frecuentes y con elevada comorbilidad.

Para llegar a esa diagnóstico precoz es importante conocer sus síntomas y acudir al médico para ver si podemos tener o no, para descartar o no una EPOC. Los síntomas más comunes son:

  • Dificultad para respirar
  • Tos
  • Esputo
  • Sibilancias

Tal como explican desde la SEMI, la EPOC tiene una alta demanda asistencial (10-12%) de consultas médicas de Atención Primaria y un 5-7% consultas en Medicina Interna. Y es además, la tercera causa de muerte en el mundo.

El perfil del paciente con EPOC es un hombre de edad media avanzada, a veces todavía fumador, con síntomas respiratorios crónicos (tos, disnea, esputos, exarcebaciones) con limitación de la actividad, frecuente comorbilidad asociada y que requiere medidas preventivas y terapéuticas especificas con frecuencia individualizadas.

Las vacunas recomendadas para pacientes con EPOC

Como hemos comentado al principio, se trata de una enfermedad con una alta tasa de infradiagnóstico de aproximadamente el 75% en la que el diagnóstico precoz es clave, puesto que puede "facilitar el tratamiento y evitar complicaciones en el largo plazo", tal como explican desde la SEMI, donde próximamente darán más datos de esta enfermedad, en el 44º Congreso Nacional de la SEMI-15º Congreso de la Sociedad de Medicina Interna de la Comunidad Valenciana (SMICV) del 15 al 17 de noviembre en Valencia.

En estos casos, la adherencia al tratamiento es esencial, siendo necesario evaluar en terapia inhalada, si el paciente "recibe el tratamiento o no" y si la técnica de inhalación es la correcta, ya que numerosos estudios objetivan "gran cantidad de errores críticos en la inhalación”, incluso en pacientes que han recibido educación inhalatoria, detallan los profesionales de esta entidad médica.

En cuanto a la vacunación, y según afirma el Dr. Ángel Nieto Sánchez, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico San Carlos es importante destacar que "una de las estrategias más coste-efectivas en salud preventiva es la vacunación. Ésta es particularmente beneficiosa en pacientes con EPOC, dado que evita las exacerbaciones y conlleva una menor morbimortalidad".

"Con una exacerbación moderada se incrementa el riesgo de hospitalización en un 21%". Según las guías médicas, las vacunas más importantes para las personas que sufren EPOC serían "con evidencia razonable", la vacunación frente a gripe y neumococo". asegura el doctor.

Otras vacunas importantes a considerar son, según añade este profesional, son la vacunación frente a SARS-COV2 (COVID-19) que se recomienda en función de las indicaciones que se realicen a nivel regional, la vacunación frente a Bordetella Pertussis (tosferina) para pacientes EPOC que no hayan sido vacunados en su adolescencia y la vacunación frente a herpes zóster para pacientes EPOC que tengan más de 50 años, ya que hay un riesgo incrementado de un 41%, particularmente en aquellos cuyo tratamiento conlleva esteroides", concluye.