Hubo un tiempo en el que
Mariano Rajoy, que se muestra inmovilista sobre el referéndum sobre la
independencia catalana, sí apoyaba consultar a los ciudadanos. Se trata de la
consulta que pidió para el Estatut de Cataluña en 2006.
"Cuando los ciudadanos
piden un referéndum porque quieren opinar, la respuesta no puede ser 'tranquilos,
confíen en mí', ¿qué broma es esta?", señalaba el entonces jefe de la oposición
en el Congreso de los Diputados.
"Ante una demanda tan
legítima, con un respaldo tan vigoroso, no podemos ni siquiera imaginar que un gobierno
democrático se oponga y la rechace", señalaba ante el resto de parlamentarios.