La abdicación del rey Juan Carlos ha dado paso a un debate sobre la posibilidad de instaurar una III República en España. Los dos principales partidos del Congreso quieren acelerar el proceso de sucesión para que la transición se haga con normalidad y sin demasiado ruido de fondo.

El bipartidismo no concibe un cambio de régimen pero los partidos minoritarios, alentados por la inestabilidad institucional que lleva viviendo el país en los últimos años, exigen que se pregunte al pueblo. En otro tiempo estas demandas habrían caído en saco roto, pero corren tiempos de cambio y los partidos de izquierda empiezan a tener peso en el debate político.

Parte del proceso de cambio está abanderado por el PSOE, que en estos días vive un intenso debate interno sobre el cambio de líder y de ideas. En Ferraz luchan por desvincularse del PP y acercarse a Izquierda Unida o Podemos. El republicanismo podría ser un buen bastión para engancharse a la fuerza de la nueva izquierda, pero Rubalcaba, como en tantas otras ocasiones, no difiere demasiado de la postura gubernamental.

El secretario general del PSOE ha afirmado que su partido no va a romper el consenso constitucional que se alcanzó durante la Transición acerca de la Monarquía porque es "un valor" del que los socialistas se sienten orgullosos.

Aunque el PSOE es un partido "de hondas raíces republicanas", ha recalcado que hizo un "pacto durante la Transición" que ha permitido "35 años de desarrollo político" marcados por "el consenso, la convivencia y el civismo".

Sobre las movilizaciones en diversas ciudades españolas, el secretario general de los socialistas ha considerado que entra "dentro del funcionamiento normal de una democracia" el hecho de que sus ciudadanos se pronuncien sobre si prefieren una Monarquía o una República.

El PSOE no va a romper el consenso constitucional que se alcanzó durante la Transición

La opinión del secretario general socialista no es compartida por la federación del PSC de Barcelona, que exhibiendo sus "convicciones republicanas", afirma que en el debate abierto tras la abdicación del rey Juan Carlos, su apuesta es que la "última palabra" sobre el modelo de Estado la tenga la ciudadanía.

En un comunicado, el PSC de Barcelona ha recordado su objetivo de reformar la Constitución para que España sea "un Estado federal, democrático y social", y, en el debate sobre la forma política del Estado, ha subrayado que es "legítima la aspiración de reformar cualquier disposición de la Constitución incluidas las relativas" a la jefatura del Estado.

Por su parte, Izquierda Socialista, la única corriente interna del PSOE, y Juventudes Socialistas (JSE) han pedido un "referéndum ya" para que "se consulte al pueblo" tras la abdicación del Rey Juan Carlos.