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España

Teguise, la antigua capital de Lanzarote

Una villa blanca y de calles empedradas a solo 10 kilómetros de la costa

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No pasa desapercibida por varios motivos: está teñida de blanco, tiene una bonita historia y se encuentra en el centro de la isla de Lanzarote. Hablamos de Teguise, una villa que antiguamente fue la capital de Lanzarote, en concreto desde la primera mitad del siglo XV hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando la capital se trasladó a Arrecife. Pero Teguise, pese a no ser capital, continúa siendo uno de los principales epicentros de la cultura y el turismo de la isla. Sus calles han visto pasar siglos enteros de historias y aún se intuye cuando se visita la ciudad, que está a solo 10 kilómetros de la costa y a aproximadamente 220 metros de altura sobre el nivel del mar. La villa ha sido testigo de enfrentamientos entre moros y cristianos, ataques de filibusteros y la vida de decenas de familias nobles asentados en ella. Sus calles empedradas a veces se presentan degastadas por el paso del tiempo, pero siempre sugerentes e incitando al caminante a dar más y más pasos para descubrir sus secretos. Su patrimonio arquitectónico y cultural se encuentra repartido por estas calles, entre casas señoriales y con escudos nobles que en su día pertenecieron a la aristocracia de la isla, primero a los Bethencourt, más tarde a los Herrera, cuando Teguise alcanzó su mayor esplendor. Si se quiere conocer la historia de Lanzarote es fundamental realizar una visita a esta villa. Durante la década de los 80 muchos de sus edificios se reformaron y rehabilitaron, por lo que la ciudad canaria luce como nueva, con mucha cal y una silueta inconfundible. En ella destacan algunos edificios como el Palacio Spínola, el Convento de San Francisco, la Ermita de San Rafael o la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe. Apúntalos en tu hoja de ruta para no perderte ninguno de ellos y no te olvides también de echar un vistazo, aunque sea solo por fuera al Convento de Santo Domingo, el Castillo de Santa Bárbara y el Castillo de Guanapay. Y los domingos son muchos los isleños que se acercan a Teguise para disfrutar de su mercadillo al aire libre, en el que se pueden encontrar objetos textiles, productos hechos de manera artesanal, arte, accesorios curiosos y algunas propuestas gastronómicas. La villa se transforma los domingos por la mañana y se vuelve bulliciosa, casi tanto como Costa Teguise, la parte en la que se concentra la oferta hotelera y turística más amplia de la zona.

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