ASTURIAS
Santuario de la Virgen de la Cueva: historia, dónde se encuentra y todo lo que debes saber
El Santuario de la Virgen de la Cueva es una auténtica joya, en todos los sentidos. Te contamos su historia y dónde visitarlo.
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En el norte de España, cerca de la localidad asturiana de Infiesto, podemos encontrar una de las edificaciones religiosas con más encanto de nuestro país. Estamos hablando, cómo no, del conocido como Santuario de la Virgen de la Cueva. Lo podemos encontrar en un rincón tan privilegiado como es a orillas del río Mon.
Para conocer todos los detalles de este santuario, debemos tener en cuenta que el primer dato histórico que existe sobre él nos hace viajar nada más y nada menos que al siglo XVI. A pesar de todo, sí que hay ciertas leyendas que aseguran que su origen se remonta a los siglos X-XI, coincidiendo con la Reconquista.
Y es que se dice que el señor de Lodeña tuvo un sueño. En él, la Virgen María se le apareció para pedirle que se le diera culto devoto al lugar que conocemos hoy como Santuario. Al ir hasta ese mismo punto para verificar lo que había sucedido en su sueño, se encontró con una cueva.
En ese lugar había un hombre venerando la imagen de una Virgen. En cuestión de segundos, el señor de Lodeña le reconoció: era un caballero portugués que había luchado contra los musulmanes. Éste le hace saber que, al volver a su tierra tras la batalla, su amada falleció. De ahí que comenzara a promover la meditación y la penitencia, como formas de buscar la eternidad.
Por ese mismo motivo, decidió vagar en solitario por las tierras del reino de Castilla. Es entonces cuando llega a un punto en concreto, donde le aguarda la figura de una Virgen por lo que tomó la decisión de quedarse en ese lugar. Poco tiempo después de ese encuentro, el portugués falleció y el señor de Lodeña siguió sus instintos, promoviendo el culto a esa talla.
Debemos tener en cuenta que, a finales del siglo XVIII, este recinto tenía nada más y nada menos que dos capillas. Por un lado estaba la de Nuestra Señora del Carmen y, por otro lado, la del Cristo. Viajamos al año 1858, crucial para la historia de este Santuario de la Virgen de la Cueva.
Y es que, en ese momento, la Reina Isabel II y el que era Príncipe de Asturias decidieron visitar este lugar. Poco tiempo después, el Santuario quedó completamente abandonado debido a que la Cofradía que lo mantenía desapareció. Durante el siglo XX, se tomó la decisión de realizar una reconstrucción por la que la fisonomía del recinto cambió por completo.
Es importante tener en cuenta que, en este Santuario de la Virgen de la Cueva, se celebran la festividad de la Virgen, que es el 8 de septiembre, la ofrenda del Festival de la Avellana (que coincide con el primer sábado de octubre) y la “Misa Rociera” (coincide con la Feria de Abril de Infiesto).
Lo cierto es que, más allá de lo religioso, el Santuario de la Virgen de la Cueva es una auténtica joya arquitectónica. En todos los sentidos. Si estás pasando por la zona o planeas una visita al Principado de Asturias, programa esta parada en tu itinerario. Estamos seguros de que no te dejará indiferente.
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