Portillo de la Traición: esta es la curiosa historia tras este antiguo acceso a Zamora

Una de las cuestiones más sorprendentes que podemos encontrar en Zamora es, sin lugar a dudas, el conocido como Portillo de la Traición o, incluso, también llamado el Portillo de la Lealtad. Este nombre se debe, según versa la tradición popular, a que fue la puerta por la que Bellido Dolfos, noble leonés, pasó para poder entrar a la ciudad en el año 1.072.

Este noble estaba siendo perseguido por el Cid tras el asesinato del monarca Sancho II de Castilla tras el cerco de Zamora. De esta manera, logró algo que por aquel entonces parecía imposible, y era la liberación del pueblo zamorano de ese sitio al que, durante 7 meses, estuvo sometido. Y es que los castellanos, que se encontraban sin rey y tal y como versa el romancero zamorano, levantaron el cerco de la ciudad.

Muchos son los historiadores que no están de acuerdo con esta versión, pero hay otros tantos que sí puesto que este hecho está reflejado en diversas crónicas. Otros son los que creen firmemente que el rey fue asesinado por un soldado completamente anónimo, y que no era consciente del acto que había cometido.

Este Portillo de la Traición es una de las que da acceso a la ciudad en cuanto al primer muro se refiere. Aunque no tiene una gran relevancia a nivel artística o arquitectónica, lo cierto es que cuenta con un enorme valor histórico. Y es que es mucho más conocido por cuestiones literarias que por otra cosa.

Cabe destacar que a finales del año 2010, este Portillo de la Traición pasó a denominarse Portillo de la Lealtad. Se llevó a cabo, por parte del ayuntamiento de Zamora, en un acto de redenominación. Por si fuera poco, se colocó una placa en el que, gracias a ella, se puede recordar la razón por la que este Portillo es tan importante y significativo en la ciudad de Castilla y León.

“Por este lugar, según la tradición, entró Bellido Dolfos tras dar muerte al rey Sancho de Castilla y liberar del cerco a la ciudad de Zamora. Con el reconocimiento eterno de los zamoranos”. De ahí que, durante tantísimos años, se conociera como Portillo de la Traición, por lo que decidieron renombrarlo para dar cabida a Lealtad. Una historia de lo más curiosa que, desde luego, ¡no deja indiferente a nadie!