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ESCAPADA NATURAL A CANARIAS

Playa Papagayo, el paraíso está en Lanzarote

Considerada una de las mejores playas de España, se encuentra a los pies de un macizo volcánico y en un espacio natural protegido: el de Los Ajaches. Bañarse allí es hacerlo en un rincón turquesa de arena fina y paisajes impresionantes.

 

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El Monumento Natural de Los Ajaches no es un espacio más de Lanzarote. Sus algo más de 3.000 hectáreas ocupan buena parte del extremo sur de la isla más oriental de las Canarias, un área donde el protagonista es un macizo volcánico cuya espectacularidad le ha valido, además de ser un Espacio Natural Protegido, el calificativo de ‘monumental’. De hecho, su interés no es solo medioambiental, sino también arqueológico, convirtiéndose en uno de los lugares más interesantes para los científicos al albergar yacimientos paleontológicos, fósiles, del Plioceno Inferior.

Declarado zona de especial protección para las aves, la sensibilidad ecológica que acompaña todo lo que allí ocurre convierte sus costas en auténticos remansos de paz y, sobre todo, en lugares ajenos al turismo de masas y, sobre todo, al furor inmobiliario que este conlleva. Es por ello que aquí no existe ninguna población, siendo Playa Blanca la más cercana.

Al sur del macizo, y no a demasiados kilómetros de esta pequeña localidad pesquera, se encuentra una de esas playas que muchos califican sin duda con el apelativo de 'la mejor de España'. Si es la número 1 o no es complicado de definir, en tanto que tenemos en nuestro litoral auténticas maravillas, pero sí es seguro que la del Papagayo está en los puestos de cabeza.

Y se encuentra en tan privilegiado lugar gracias a una combinación de aguas tranquilas, soledad y explosión natural con mil y un contrastes entre el agua cristalina del océano y la oscuridad de las rocas volcánicas. Pequeñas calas a los alrededores interrumpen un paisaje de acantilados que en el Papagayo se abre permitiendo disfrutar de un arenal de 120 metros de largo por 15 de ancho, fina arena blanca que contrasta con las montañas, así como el pico del macizo, al fondo.

Perfecta para la práctica del buceo, el esnórquel y la natación, está considerada una playa familiar y se puede llegar a ella siguiendo uno de los vericuetos caminos que atraviesan Los Ajaches por su interior, siendo imposible recorrer el perímetro de costa (a través de una pista de tierra bien señalizada y previo pago de 3 euros por entrar a esta zona protegida). Eso solo se puede hacer si tomamos un pequeño velero y nos decidimos por un magnífico plan consistente en navegar por el sur de la isla, fondear a no demasiada distancia de las calas y darnos un chapuzón.

Muchos optan por aprovechar la visita a una playa en medio del Parque Natural para combinar la experiencia con deportes de aventura, de ahí que siempre haya ciclistas que, antes del baño, deciden recorrer la distancia que separa Punta Papagayo de Playa Blanca. Deberán cargar con el avituallamiento desde primera hora, pues la playa carece de tiendas, restaurantes... solo un chiringuito y un pequeño camping. Y como no hay vegetación, la sombra solo se consigue con nuestra propia sombrilla.

El aparcamiento se encuentra a los pies de la propia playa. A los lados se extienden las playas paralelas y las calas, entre las que destacan Playa Mujeres, Caleta del Congrio, Playa del Pozo o Playa Puerto Muelas (en la que está el único camping de Lanzarote). Para los que prefieran hacer nudismo, la que suele ser preferida por los bañistas naturistas es la del Congrio, por ser, a su vez, la más alejada.

Con aguas turquesas de ensueño y un camino por uno de los paisajes más diferentes de España, un día de playa en Papagayo es mucho más que una aventura.

Más información:
Turismo de Lanzarote
Turismo de Canarias

 

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