SALAMANCA

Palacio de los Abarca de Salamanca: su historia y por qué se llama Casa de los Doctores de la Reina

Viajamos hasta Salamanca para conocer el origen de una de sus construcciones más espectaculares: el Palacio de los Abarca.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la preciosa ciudad de Salamanca, donde encontramos un sinfín de monumentos y construcciones verdaderamente sorprendentes y espectaculares. Un claro ejemplo es el Palacio de los Abarca, también conocido como Casa de los Doctores de la Reina.

Se trata de un palacio torreado de estilo gótico y renacentista que fue erigido en el siglo XVI para Fernán Álvarez Abarca, médico de los Reyes Católicos. Se encuentra en la actual plazuela de Fray Luis de León, que antes se conocía como atrio de San Agustín, y desde 1946 es sede del Museo de Salamanca.

Palacio de los Abarca, a través de su historia

Para comenzar, debemos tener en cuenta que, en plena Edad Media, la ciudad de Salamanca y gran parte del Reino se encontraban inmersos en permanentes tensiones: desde enfrentamientos entre familias nobles hasta choques con la autoridad real, generando un cada vez más notable ambiente de inestabilidad.

En Salamanca había dos bandos principales: los Enríquez y los Manzanos, que están vinculados a las parroquias de San Benito y Santo Tomé. Esa rivalidad se intensificó cuando Enrique IV ordenó que se confiscasen los bienes de los Manzanos tras un crimen que se atribuyó a este linaje, aproximadamente en 1464. De hecho, los clérigos se convirtieron en mediadores para tratar de frenar esta violencia que cada vez era más notable.

Palacio de los Abarca. Patio
Palacio de los Abarca. Patio | Imagen de Emilio J. Rodríguez Posada, licencia: CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

En mitad de este clima de inestabilidad, la arquitectura de Salamanca decidió incorporar diversos elementos defensivos en las casas fortaleza que se erigieron. A pesar de todo, a finales de siglo XV se produjo un punto de inflexión: los Reyes Católicos decidieron exigir formación universitaria a los funcionarios. Esto hizo posible que se impulsase, de forma notable, la actividad académica salmantina.

Cuando la Universidad estaba en plena expansión, atrajo a órdenes religiosas lo que estimuló la construcción de conventos y colegios. En este contexto, se hicieron diversas intervenciones artísticas como el conocido Cielo de Salamanca y se decidió construir un gran número de palacios, así como casas señoriales. Ejemplos de este periodo son la Casa de las Conchas, la Torre del Clavero, la Torre del Aire e, incluso, el Palacio de los Abarca.

En cuanto a esta última, también conocida como Casa de los Doctores de la Reina, fue constructor Fernando Álvarez Abarca. Fue él quien heredó una tradición familiar que estaba ligada al servicio de los monarcas. Tanto su padre como su hermano fueron médicos de los Reyes Católicos. Cabe destacar que su historia familiar se entrelaza a la perfección con la complicada situación política del momento, puesto que su hija, Ana Abarca, se casó con Francisco Maldonado, uno de los líderes comuneros que fueron ejecutados en 1521 en Villalar tras alzarse contra el Emperador Carlos V.

No podemos dejar de mencionar que las residencias nobiliarias que se construyeron por aquel entonces fueron mucho más que meros refugios defensivos, puesto que representaban no solamente el triunfo, sino también la proyección social de una élite urbana cuyo objetivo era tratar de dejar huella en una ciudad tan impresionante como es Salamanca. ¡Algo que han conseguido, con creces!

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