NAVARRA

Conoce Ujué, un pueblo navarro con vistas infinitas

Las panorámicas que se obtienen de las colinas, los viñedos y los campos son de sus mayores atractivos.

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España tiene muchísimos pueblos medievales repartidos por todo su territorio, pero cuando hablamos del norte, uno de los más evocadores es Ujué. Situado entre valles, cultivos y montañas de Navarra, en lo alto de una colina, ofrece una mezcla de historia, paisaje y tranquilidad a sus visitantes.

Su silueta se deja ver a lo lejos, formada por un entramado de callejuelas empedradas y coronada por un santuario, creando una imagen bien bonita desde la distancia. Pero para bonitas, las vistas que regala Ujué de todos los alrededores, pues bien podríamos decir que este pueblo es una especie de mirador con vistas infinitas.

De hecho, las panorámicas que se obtienen de las colinas, los viñedos y los campos son de sus mayores atractivos. Parece que nunca terminan, y cambian de colores a medida que lo hace la luz del día. ¿Los atardeceres desde allí? Preciosos.

Iglesia fortaleza de Santa María de Ujué
Iglesia fortaleza de Santa María de Ujué | Imagen de Viajar sin imprevistos, licencia: CC BY 4.0, via Wikimedia Commons

No obstante, si Ujué merece la pena no es solamente por ser un pueblo-mirador. También resulta agradable recorrer su casco histórico, con sus casitas de piedra agrupadas alrededor de la iglesia-fortaleza. Las calles son estrechas y empinadas y conservan su trazado medieval. En ellas, es fácil descubrir portales antiguos, placitas con encanto y otros detalles que hablan de los siglos de historia que tiene el pueblo.

Si hay que destacar un lugar en concreto de él, entonces tenemos claro que ese es el Santuario de Santa María de Ujué. Se encuentra en la cima del pueblo y es uno de los templos góticos y románicos más importantes de toda Navarra. Su arquitectura es digna de admirar, y todavía hoy conserva sus torres y muros, aquellos que sirvieron para proteger a la población tiempo atrás.

Se puede ver por fuera, por supuesto, pero también es posible adentrarse en su interior para descubrir otras cosas. Entre ellas, la famosa imagen románica de la Virgen de Ujué, uno de sus elementos más destacables. Y por supuesto, no podía ser de otra forma: también desde allí, dada su altitud, se tienen unas vistas muy bonitas de la zona. También de los Pirineos y, algunos días, de la Ribera.

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