CÓRDOBA
Iglesia de San Mateo de Lucena: ¿sabías que se construyó sobre las ruinas de una sinagoga?
Ponemos rumbo a la provincia andaluza de Córdoba para conocer todos los detalles que esconde la Iglesia de San Mateo, ubicada en Lucena.

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Viajamos a Andalucía, concretamente hasta la provincia de Córdoba. Allí nos podemos topar con un gran número de municipios que cuentan con impresionantes construcciones y monumentos. Un claro ejemplo lo encontramos en Lucena, donde se encuentra la espectacular Iglesia de San Mateo. Se trata del mayor templo y mejor conservado de los que se erigieron en la Campiña cordobesa en el siglo XVI.
Más tarde, concretamente en el siglo XVIII, se incorporó la Capilla del Sagrario a la edificación inicial, convirtiéndose en uno de los mejores ejemplos en cuanto a barroco andaluz se refiere. Su construcción comenzó en 1498 a instancias de Diego Fernández de Córdoba, I Marqués de Comares, con diseño del arquitecto Hernán Ruiz I. El lugar escogido no fue casualidad, ya que allí se ubicaba la antigua sinagoga principal de Lucena. Las obras del templo finalizaron en 1544 según una inscripción que podemos encontrar en la portada de San Miguel.
La Iglesia de San Mateo de Lucena (Córdoba), a través de su historia
Fue construida sobre las ruinas de la sinagoga mayor de Lucena, un templo que era considerado como una referencia al ser una ciudad que albergaba una amplia población hebrea. Algo que se constató en 2006, tras el descubrimiento de una extensa necrópolis judía. A pesar de todo, como consecuencia de la llegada del Imperio almohade en 1138, la sinagoga pasó a ser una mezquita. Finalmente, en 1240, tras la conquista por parte del Rey Fernando III de Castilla, se consagró como iglesia bajo la advocación del apóstol Mateo.
Se dio este paso sin modificar la estructura original. Todo cambió en 1498, cuando Diego Fernández de Córdoba decidió demoler la edificación para construir un nuevo templo, con Hernán Ruiz I como arquitecto encargado del diseño. Se aprovecharon pocos elementos de las antiguas fortificaciones, a excepción de algunos arranques de muro de mampostería y tres esferas del yamur que se conservan en la parte más alta del campanario.

La construcción de la torre se finalizó en 1501, pero la mayoría de los historiadores aseguran que el templo, como tal, acabó de construirse en 1544. Entre otras cuestiones, porque en la puerta de San Miguel aparece esa inscripción. Aun así, surgen numerosas dudas ya que puede referirse únicamente a la puerta y no al edificio. Diego Fernández de Córdoba murió sin ver las obras finalizadas, puesto que fueron concluidas durante el marquesado de su hijo, Luis Fernández de Córdoba y Pacheco.
En cuanto a la Iglesia, se sabe que la figura de San Mateo que encontramos en la fachada principal fue colocada en 1628, siendo una de las razones por la que la fecha de finalización genera tantísimas dudas. Cabe destacar que la verja de hierro forjado que rodea el acceso principal data del siglo XVII, cuyo pavimento es el original que rodeaba a toda la iglesia en la antigüedad.
Entre los años 1740 y 1772, el arquitecto Leonardo Antonio de Castro se encargó de construir la Capilla del Sagrario en el interior de este templo, considerado con el tiempo como uno de los grandes ejemplos de barroco cordobés. Las obras las realizaron los maestros Jerónimo y Acisclo Ramírez de Quero, mientras los elementos decorativos y el tabernáculo central fueron elaborados por Pedro de Mena y Gutiérrez, reconocido artista.
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