La Fortaleza de la Mola: su curiosa historia y su vinculación con la Reina Isabel II

Es el momento más que perfecto para viajar hasta la isla de Menorca, concretamente hasta el Puerto de Mahón. Allí nos topamos con una de las construcciones más sorprendentes e impresionantes que podemos encontrar en las Islas Baleares. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, a la Fortaleza de la Mola.

También conocida como Fortaleza de Isabel II, se trata de un complejo militar español ubicado en la Península de la Mola, frente al Castillo de San Felipe. Cabe destacar que junto a esta fortaleza se encuentra nada más y nada menos que el punto más oriental de España. Su nombre se debe a la Reina Isabel II, que fue quien ordenó su construcción a mediados del siglo XIX.

La Fortaleza de la Mola, a través de su historia

Tras la destrucción del Castillo de San Felipe, en 1850 comenzaron los trabajos de la fortaleza, construida sobre la península de la Mola. Tenía tres objetivos: defender de manera directa el puerto, constituir en esta isla la base de operaciones de todas las fuerzas del Ejército en la isla y, por último, que sirviese como reducto de seguridad a estas fuerzas.

En 1852 se inauguró esta fortificación, aunque se hizo sin completar. Años más tarde, concretamente en 1860, la Reina Isabel II visitó las obras. Una vez finalizó la construcción, allá por 1875, ya había quedado anticuada como consecuencia de la evolución tecnológica que había experimentado la artillería. Por lo tanto, en 1896 se decidió instalar baterías modernas alrededor de la costa de la península, así como unos imponentes cañones de unos 40 kilómetros de alcance.

La zona fortificada incorpora nada más y nada menos que la Torre de la Princesa. Se trata de una de las dos torres que los ingleses construyeron en esta Península de Mola en 1799, durante la tercera ocupación que llevaron a cabo en la isla. Cabe destacar que la importancia militar del Puerto de Mahón ha sido patente durante un largo periodo de tiempo, sobre todo en el siglo XVI. Por aquel entonces, los condicionamientos políticos lo convirtieron en escala marítima, siendo el enlace perfecto entre la Corona española y sus posesiones en Italia.

Con posterioridad, durante el dominio de Menorca por parte de los británicos, este lugar fue el puerto de apoyo de la escuadra inglesa del Mediterráneo. De hecho, en el siglo XIX, se convirtió en la encrucijada de la ruta francesa de Tolón-Argel, con la ruta mediterránea inglesa que unía Gibraltar con Malta. Como consecuencia de las dimensiones del puerto, así como por su calado y la espectacular protección de los vientos de esta zona del Mediterráneo, se convirtió en uno de los mejores puertos de la zona.

En noviembre de 2007, el Govern decidió firmar un convenio con el Ministerio de Defensa según el cual éste cedía la antigua construcción defensiva Punta Afuera por un plazo de 15 años, prorrogables hasta un máximo de 75 años. Así pues, el Govern se comprometió a su rehabilitación para utilizar este espacio con fines científicos. ¡Sorprendente!

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