Descubre Deià, uno de los pueblos más bonitos de Mallorca

Además de bonitas playas y calas, o una catedral muy famosa que es la imagen de muchas postales, Mallorca cuenta con otros lugares de interés que puedes visitar si viajas a esta isla balear. Por ejemplo pequeños pueblos con encanto, como puede ser Deià. Está situado en la sierra de Tramontana y que, dada su belleza, ha sido elegido por muchos artistas para inspirar sus obras, es sin lugar a dudas uno de esos rincones imperdibles de la isla.

Se encuentra, como decíamos, en la montaña. Concretamente, a unos 30 kilómetros de la capital. Y sus vistas desde allí arriba son maravillosas. También lo son, cabe apuntar, sus calles empedradas: estas logran transportarte a otra época y transmiten mucha paz.

Rodeada de naturaleza, la localidad de Deià cuenta con una amplia riqueza arquitectónica. Pero además, en los últimos años han sido tantos los artistas (escritores, pintores etcétera) y visitantes que se han acercado hasta allí que también ha crecido su oferta cultural.

Así, si finalmente decides incluir Deià entre los lugares a visitar en tu viaje a Mallorca, ten en cuenta que puedes hacer coincidir las fechas con algunos eventos de los que allí se celebran. Por ejemplo, el Festival Internacional de Música de Cáma que se celebra allí, cada verano, desde hace ya más de cuarenta años.

Debes saber, por otro lado, que Deià cuenta con pocos vecinos, alrededor de mil, pero son tantos los turistas que la visitan que no te faltarán lugares en los que comer o dormir. De hecho, debes apuntar la vía del Archiduque Luis Salvador y las de su alrededor porque allí encontrarás una amplia oferta gastronómica para hacer una parada cuando tu estómago empiece a rugir.

Pero como decíamos antes, su verdadera magia reside en sus callejuelas empedradas. En las casitas de tonos marrones decoradas en muchas ocasiones por flores o enredaderas. En el sonido que hace el agua que pasar por el torrente del Racó. En el verde que envuelve el municipio. En las vistas desde las alturas desde cualquier mirador. O en el aire limpio que te llena los pulmones.

Un aire puro que, debes saber, va a hacerte falta. Y es que además de lo hasta ahora mencionado, Deià tiene muchas cuestas, algunas de las cuales bastante empinadas. Aunque sin lugar a dudas, el pequeño esfuerzo merecerá la pena.

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