EL ALGARVE

La ciudad de Portugal en pleno Algarve que tiene un castillo con unas vistas impresionantes

La huella cultural avala a esta ciudad de Portugal, que destaca por su rica arquitectura e historia, ideales para perdernos entre sus calles. Con sus eventos y su valioso patrimonio, Loulé es reconocido por su autenticidad.

Castillo de Loulé, en Portugal

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Portugal esconde rincones perfectos para quienes buscan destinos diferentes sin alejarse demasiado. El Algarve es una de las regiones más conocidas del país, y no es de extrañar: sus playas bañadas por el Mar Mediterráneo y sus pueblos llenos de encanto lo convierten en un lugar único. Un buen ejemplo de ello es Loulé.

Loulé posee una herencia cultural enorme que se remonta a la época romana, aunque floreció especialmente bajo el dominio árabe, algo que se percibe al recorrer sus calles. Los árabes dejaron una huella significativa gracias a la fortificación que sirvió de base al asentamiento islámico más extenso del Algarve. Con la llegada de la Reconquista, el Rey Alfonso III reconstruyó el amplio castillo que aún hoy domina el pueblo.

El ambiente popular es una de las señas de identidad de Loulé. Se trata de un lugar animado pero sin ser bullicioso ni agobiante, tanto para los residentes como para quienes lo visitan. Es un sitio para estar y pasear sin prisas, donde descubrir la historia y recrear los cambios que ha vivido a lo largo de los siglos.

El lugar más icónico del pueblo es su mercado, un sorprendente edificio de estilo neoárabe construido en 1908. Su arquitectura se inspira en la tradición islámica, con el predominio del blanco y el rojo (colores que representan pureza, espiritualidad y fuerza vital), las cúpulas rojizas, el arco polilobulado de la entrada y los arcos de herradura de los ventanales. Todo ello nos transporta a un ambiente que evoca un viaje por el mundo islámico sin salir de este rincón portugués. En su interior se pueden encontrar productos frescos y disfrutar del costumbrismo local, envueltos en el perfume de las frutas y las especias.

En el casco histórico se esconde otro tesoro: los baños islámicos, que datan del siglo XIII y constituyen un vestigio único del pasado histórico de Loulé. En ellos, el visitante puede imaginar la experiencia de purificar tanto el cuerpo como el alma, tal como hacían en el pasado.

No podemos olvidarnos del castillo, que fusiona estilos romanos y moriscos. Aunque sufrió daños a causa del terremoto del siglo XVI, conserva parte de sus muros y torres. En su patio se encuentra el Museo Municipal, donde se exponen hallazgos arqueológicos que abarcan desde el periodo protohistórico hasta la Edad Media, incluyendo etapas romanas e islámicas.

Algunos lugares destacados que no te puedes perder en el casco histórico son la Ermida de Nossa Senhora da Conceição, una parada obligatoria situada frente al castillo. En su interior sobresale un altar cubierto de oro y un panel de azulejos portugueses en tonos blancos y azules.

Junto al mercado se encuentran el Ayuntamiento y la Torre del Reloj, que en otros tiempos formaron parte de la muralla. Un poco más escondido, el Convento de Santo António es una pequeña joya arquitectónica que destaca por la delicadeza de sus detalles interiores.

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