Tor: una historia de Carles Porta
Quién es Miguel Aguilera, el primer sospechoso de asesinato en el crimen de Tor: así lo describen sus vecinos y su propio hermano
Una carta escrita de puño y letra por Miguel Aguilera, encontrada en el lugar del crimen, ponía a este hippie de Tor en el blanco de todas las miras. Pero, ¿quién era y cuál era su relación con Sansa? ¿Pudo haberlo matado él?

"Señores de la Benemérita...". Así comienza la nota que de su puño y letra escribió (y firmó) el propio Miguel Aguilera entre el 21 y el 22 de julio de 1995. El cuerpo de Sansa, el hombre que durante dos años le había dado cobijo en su casa, fue hallado sin vida el día 30 de aquel mismo mes, destaca Carles Porta en este true crime que hoy emite laSexta.
Muy cerca del lugar del crimen, también se encontró este manuscrito en el que Miguel se quejaba amargamente de que Josep Montané Baró quisiera ahora echarle de su casa: "Tengo testigos de que el señor Sansa me dio este local a cambio de un vehículo valorado en 300.000 pesetas. Después de 24 meses de estancia aquí, quiere que me vaya y no estoy dispuesto a hacerlo. Si me quiere echar, lo tiene muy jodido".
"Él era el único que vivía dentro de Casa Sansa con el propietario. La nota, la interpretó o malinterpretó todo el mundo", reflexiona el periodista en este documental.
Una relación "compleja y contradictoria"
Àlex Aguilera, su hermano y uno de los hippies que ese verano vivían en las cercanías de este pequeño y recóndito pueblo de los Pirineos, presta su testimonio a Carles Porta. Vivía de los coches robados y le vendía la película a Josep. Le decía: 'Mira, te doy esta furgoneta y me dejas vivir aquí'. Claro, Josep era un poco inocente en este sentido". Finalmente, "Josep se dio cuenta de que era un gángster, que lo estaba engañando". Por eso, decidió echarle.
El 30 de julio, cuando se encuentra el cadáver de Sansa, Miguel Aguilera está desaparecido. Al día siguiente, el sargento Uclés y su equipo toman declaración a todos los que encuentran en Tor. Aguilera se convierte en el primer sospechoso del asesinato.
Miguel Aguilera daba miedo a todo el mundo
Las primeras declaraciones fueron tomadas por las fuerzas de seguridad en Casa Sisqueta, el bar del pueblo. En el sumario solo constan ocho personas interrogadas: siete hippies y una sola vecina. Ella es Pili Tomás, quien también habla hoy en esta producción. Ni ella ni el resto de habitantes habían tenido nunca ningún problema con sus peculiares visitantes, pero describe a "los Aguilera" como "los más problemáticos".
"Àlex era diferente de su hermano, pero Miguel Aguilera era de talante más agresivo. Mi madre siempre me decía que no le habláramos", recuerda. Su aspecto era el de un 'skin head', como se decía en la época, con tatuajes y el pelo rapado, cuenta Àlex. "Le tenían mucho respeto en la cárcel a Miguel", afirma su hermano sobre el tiempo en el que permaneció en prisión antes de este asesinato. "Era un tío peligroso que iba armado", concluye.
Xavi Carbonell, el líder de los hippies de Tor, lo describe como "el más chulo de todos". "Se paseaba por allí y hacía correr la voz de que él era el guardaespaldas de Montané, que tenía una pistola, que no sé qué. Además, Montané decía, 'es que yo no lo quiero ni ver. Este se ha metido aquí y yo no lo quiero ni ver'".
"Miguel Aguilera daba miedo a todo el mundo, empezando por su hermano", resume el periodista.
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