Hay historia de robos que son de lo más surrealistas. Una de ellas es la ocurrida en Argentina, cuando un atracador accedió a una tienda encapuchado y se llevó a la dependienta a la trastienda para que no pudiese alertar a la policía. Pero cuando se dispone a llevarse el dinero de la caja, aparece una clienta.

En vez de huir de la tienda o de llevar a la clienta también a la trastienda, el ladrón decidió atender y cobrar a la clienta sin quitarse el pasamontañas. Incluso le da el cambio y el ticket de la compra.