Unos amigos se reúnen para despedir el 2023 y a uno de ellos, Connor Padgett, se le ocurre la idea de meterse en una vasija para hacer la gracia, pero le sucede "lo mismo que con las compañías de teléfono, entrar es fácil pero salir...", comenta Iñaki Urrutia.

El joven queda atrapado dentro y comienza a desesperarse para poder salir. "¡Estoy haciendo todo lo que jodidamente puedo!", grita mientras sus amigos le animan a que continúe intentándolo. Los asistentes le ayudan, pero no a sacarle de la vasija sino a que esté algo más cómodo.

Estos lo ponen de pie, pero él empieza a sumir que se va a quedar ahí dentro "como un caracol o el genio de la lámpara", bromea el zapeador. "¡Me rindo!", espeta resignado, pero justo cuando la tragedia parecía que se iba a instalar en esa fiesta de Nochevieja, a alguien se le ocurre romper la pieza con un martillo.

Finalmente, consiguen liberarle "a martillazo limpio", cuenta Urrutia, aunque la broma le ha costado alrededor de 3.000 dólares que ha tenido que pagar al dueño de la vasija. "Esta es la mítica idea que te pasa de fiesta. A mí me ha pasado en algún sitio y no sé dónde", confiesa Valeria Ros, ante lo que el zapeador apunta: "Entraste en Zapeando y no sabes cómo salir".