Alberto Chicote se desplaza hasta elHospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para denunciar las malas condiciones de la comida de la cafetería.

Se trata de un centro nuevo construido a las afuera de la ciudad donde las opciones de sentarse a comer al mediodía son muy limitadas. Las personas que tienen a un familiar ingresado están prácticamente condenadas a comer el menú del día de la propia cafetería. "Va a hacer tres meses que está ingresado mi padre, comemos aquí siempre. Un menú cuesta 8,90 [...] hemos tenido que mirar en Google qué pescado era", denuncia una mujer.

"Coges la bandeja y siempre está sucia, como los cubiertos. Hoy ha comido mi hijo y le han cambiado el plato tres veces antes de echarle la comida", lamenta otra mujer.

Además, relatan que han llegado a ver una cucaracha debajo de la mesa.

Frente a estas situaciones, las familias se han quejado y la respuesta que han obtenido es que no hay personal: "Es una vergüenza porque hay que tragar con todo, tienes a una persona ingresada en el hospital y te preocupa. Vienes y comes lo que haya porque tienes que alimentarte y ellos lo saben. Lo que se tolera aquí no se toleraría en otro sitio".

El servicio de cafetería de este hospital es responsabilidad de una empresa pública, pero la gestión directa la hace una empresa privada de restauración colectiva.