Martín Jiménez, propietario de la taberna 'Casa Martín', en la zona de Retiro, Madrid, criticó en laSexta Xplica que durante el debate en el plató por la brecha entre el mundo rural y urbano se acabó "criminalizando" a los madrileños. "Yo puedo estar de acuerdo en todo lo que se está exponiendo aquí sobre el mundo rural y demás, pero joder, hay que aguantar", expresó, a lo que añadió: "Yo no sé si es que soy el único de Madrid, pero nos estáis dando hostias por todos lados. Nos estáis criminalizando".
Así, el hombre defendió que "Madrid tiene una de las cosas más humanitarias, que es que a nadie de los que vienen de otras provincias se le pide el carnet de identidad", tras lo que contó una anécdota personal: "Yo he ido a Cádiz y me han dicho los 'PM'; les pregunté qué significaba y me dijeron que 'putos madrileños'".
Más Noticias
-
Vídeo manipulado - Putin visita a las tropas y comprueba su dominio de los trabalenguas
-
Cristina Gallego ironiza sobre exigir a las mujeres ir arregladas al trabajo: "Nuestra función es estar guapas"
-
Elisenda, a punto de perder su casa para que un fondo de inversión haga pisos turísticos: "Psicológicamente es una angustia"
-
El vacile de Isma Juárez a dos estudiantes que se presentan a Pilar Alegría sin saber quién es: "Qué bonito encuentro"
-
Los problemas con el alquiler de un profesor de Formentera en temporada alta: "Hay quien alquila una bañera para dormir"
Además, Jiménez contó que pese a vivir "en una gran ciudad", también tiene "un pequeño reducto en Asturias", donde cada vez que puede se escapa, porque, según dijo, está "a favor del mundo rural". "Voy a Corián, que es una aldea que tiene 10 o 14 habitantes. Y te digo una cosa, una aldea que se queda sin bar, se muere, porque es el centro neurálgico de cualquier pueblo", concluyó.
Habla desde la experiencia
"Trabajaba de camarero 16 horas y llegaba medio llorando a casa": el influencer Alfonso Ortega denuncia la explotación que sufrió en la hostelería
Antes de ser crítico gastronómico, 'Cocituber' trabajó como camarero "en una franquicia muy famosa", donde le hicieron "un contrato de cuatro horas" y nunca trabajó menos de diez. El problema, dice, es que, antes había diez tíos detrás que cogían eso, algo que ha cambiado.