"¿Saben ustedes que en España, las mujeres que se ven abocadas al aborto son las que menos formación tienen?" Estos eran los argumentos empleados por la diputada del Partido Popular en el Congreso, Beatriz Escudero. El objetivo, la defensa de la posición del PP sobre el aborto. El resultado, la indignación, incluso, de alguno de los miembros de su partido.

El Presidente de la Cámara  se ve obligado a llamar al orden. Celia Villalobos se lleva las manos a la cabeza, parece no dar crédito a lo que está sucediendo, no le gusta lo que acaba de escuchar. La grada socialista está enervada. Escudero se pone nerviosa, ha provocado el revuelo en la oposición, pero se topa con algo inesperado, con la desaprobación de algunos de los miembros de su propio partido

Ángeles Álvarez, Diputada por Madrid, no está dispuesta a tolerar las palabras de Escudero, los argumentos le provocan risa. El Presidente le llama la atención,  se levanta, está dispuesta a abandonar el hemiciclo, pero no será la única. Celia Villalobos sigue el camino de la diputada socialista, abandona la sala. Escudero continúa con su argumentación, se agota el tiempo.

Esta vez, en la grada socialista, se habla de vergüenza: "¡Qué vergüenza de intervención!" Es Carmen Montón, diputada socialista por Valencia, que junto a Trinidad Jiménez, se quedan atónitas ante la defensa de la diputada segoviana. La confusión es patente, y a camino entre gritos de ¡fuera! y aplausos, Beatriz Escudero termina su intervención.

Rechazo de la oposición y rechazo de su propio partido: Beatriz Rodriguez, Juan Carlos Aparicio, Antonio Gallego, Andrea Fabra... así hasta un total de 11 militantes de su partido censuran su aplauso y regalan su silencio.

Celia Villalobos regresa a la Cámara, habla con Jesús Posada, ¿estará dando explicaciones por su abandono? Sus gestos la delatan. Llegó la hora de la votación, Celia Villalobos desobedece la disciplina del partido, no vota. Por ahora, la moción socialista queda rechazada.

Villalobos dice que no tiene que explicar nada, pero no ha sido la única que se ha visto obligada a dar explicaciones. Cuando se le preguntaba al ministro sobre el mismo tema se desataba la polémica: "Que el aborto no tiene nada que ver con ETA es tan obvio que no sé qué decir". Puntos de vista diferentes, voces discrepantes dentro de un partido en torno a un tema, el aborto, un debate que sólo acaba de comenzar.