Bouba es un joven futbolista que salió de África cuando todavía era menor de edad intentando cumplir su gran sueño: ganarse la vida con el fútbol. "Me fui de Guinea porque tenía muchos sueños que cumplir y por eso decidí abandonar a mis padres", comenta este chico que afirma a laSexta Columna que ha sufrido racismo en los campos de fútbol.

Cuenta que vivía en la ciudad de Conakry, la capital de Guinea, donde más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Salió con su amigo en un camión hasta Mali, donde se adentraron en el desierto de Argelia: "El viaje en el desierto ha sido el más difícil, más que cruzar el mar, porque allí cuando te montas en el coche si te caes ya nadie se preocupa, te dejan ahí".

Luego llegó a Marruecos, donde esperó hasta poder cruzar: "Los mafiosos vienen a decir a la gente 'nos vamos al mar, quién quiere venir'. Cuando viene la patera tienes que correr para montarte, yo me caí al agua y no sabía nadar, pero la gente me ayudó". Asegura que en aquel momento "dije 'hoy o entro o me muero en el mar'". 

El viaje de Bouba terminó cuatro meses después de empezar. Con sólo 16 años era un menor extranjero no acompañado más, como los señalados constantemente por la extrema derecha en España. "En mi propia opinión, yo creo que este vídeo no es cierto", comenta al ver alguno de los discursos de Vox y afirma rotundo: "Venimos y trabajamos como todos los españoles, no venimos a aquí a poner en peligro o a robar o a hacer delincuencia, no eso no".