"Están en todas las terminales"
Los trabajadores de Barajas denuncian insultos y agresiones: "Necesitamos un protocolo. El aeropuerto no puede ser un albergue"
"Están en todas las terminales. Hay personas que necesitan atención médica, hay muchísimos españoles, no solo son migrantes", asegura Fernanda Correia, presidenta del Comité de Limpieza USO del aeropuerto de Barajas.

Cada día, unas 500 personas duermen en el aeropuerto de Barajas ante la falta de alternativa habitacional. Esta cifra ha ido en aumento en los últimos años, hasta el punto de volverse completamente insostenible.
Ante la falta de preparación de las instalaciones para este flujo de personas, han proliferado plagas de chinches, arañas y cucarachas. Además, los trabajadores aseguran que a diario reciben insultos y agresiones y que se sienten desamparados ante una situación que trasciende más allá de sus funciones.
Fernanda Correia, presidenta del Comité de Limpieza USO del aeropuerto, explica en Más Vale Tarde los tres grupos que conviven en las instalaciones de Barajas: "Hay gente que tiene trabajo, pero no tiene capacidad económica para pagar una vivienda".
"También hay personas con problemas de salud mental que no están atendidas y permanecen en el aeropuerto las 24 horas del día", denuncia. Además, asegura que "hay un tercer colectivo, que son personas con problemas de alcoholismo y drogadicción, y son conflictivos".
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado que se trata de migrantes solicitantes de asilo para eludir su responsabilidad y la del Ayuntamiento de Madrid y trasladársela al Gobierno. Sin embargo, Fernanda Correia lo desmiente: "Están en todas las terminales. Hay personas que necesitan atención médica, hay muchísimos españoles, no solo son migrantes".
La representante de los trabajadores de limpieza de Barajas pide que las administraciones colaboren para poner fin a una situación que cada día es más insostenible en el principal aeropuerto de España. "Necesitamos un protocolo. El aeropuerto no puede ser un albergue", concluye Fernanda Correia.