Sí, existe un síndrome de olor a pescado. En Más Vale Tarde, hablamos con Pablo Ojeda, que nos explica cómo puede darse. El nutricionista cuenta que hay personas que tienen una mayor acumulación de trimetilamina, lo que provoca que estas personas puedan "oler un poco a pescado".

"Es raro, pero pasar, pasa", afirma Ojeda, que también habla de los terpenos y de su presencia en el tomate. Esta sustancia puede favorecer "el clásico olor a sudor". Pues el tomate, tomado "en exceso", puede favorecer la aparición de los terpenos y favorecer a un mal olor corporal.