Hay alimentos que nos ayudan a defendernos frente al sol, como las clásicas frutas y verduras. En este sentido, hay siete colores que son fundamentales todos los días. El color verde del repollo y el aguacate aporta vitamina E, que es un antioxidante. También es fundamental el rojo, que tiene mucha luteína, o el morado de las picotas, que cuentan con mucho antioxidantes que hace frente a las rojeces, explica el nutricionista Pablo Ojeda.

Los frutos secos también juegan un papel importante, como las almendras. Las crudas, que suelen llevar más sal, cuentan con ácidos grasos esenciales que hace que la piel esté más elástica. Por otro lado, el café con hielo o el té con hielo es rico en polifenoles que evita que aparezcan las escamas en los primeros días de verano.

Los alimentos fermentados - como los ajos, el queso o las aceitunas - son buenos para el sistema inmunológico, que te defiende de las agresiones del sol. Finalmente, las setas y el pescado azul tiene buena cantidad de vitamina D.

Lo ideal es que los alimentos se vayan mezclando durante toda la semana. Una forma muy fácil de incorporarlos es a través del poké, uno de los platos que se ha puesto de moda. La receta de Ojeda incluye arroz, salmón, cebolla encurtida, mango, pepino y un poco de soja.