El asaltante del domicilio de Bárcenas sigue empecinado en salvar a la sociedad. Su última ocurrencia ha sido ofrecer una entrevista en exclusiva a cambio de que den trabajo a cinco personas. Es un Robin Hood en horas bajas.

El equipo con el que Enrique Olivares, de 64 años, pretendia salvar España consta de un rollo de precinto marrón, un paquete de bridas negras con 94 unidades, guantes de tela negros, un tubo de superglue3 , una pistola con 10 cartuchos, un artículo sobre Bárcena y un bote de limpiaplata dee Mercadona.

Con todo eso, su alzacuellos y su maletín, Enrique -una de las tres identidades del detenido-, se coló en casa de los Bárcenas con un objetivo. Féliz Bernal, abogado de Enrique Olivares reconocía el pasado viernes en 'Más Vale Tarde' que la idea de Olivares era que "si tuviera esta información, podría presionar tanto al Gobierno como a la izquierda para que se junten  y se solucionen los problemas de España". Para cumplir 'su misión' viajó desde Cuenca hasta Madrid.

'Más Vale Tarde' ha tenido acceso al atestado policial con su declaración, por eso sabemos que le dijo a la empleada doméstica que ella sería la última en morir, ya que él era socialista. Un hombre, con una ideología, que tenía hasta un plan de huída previsto. Bernal explica que "tenía previsto pedir asilo en la embajada de Perú, muy cercana al domicilio de la familia Bárcenas, para desde allí, terminar de ejecutar su plan".

Una vez con los documentos que salvarían España en su poder, Enrique pensaba pedir asilo político a Perú. Hay quien cree que detrás de todo esto, podría haber más de lo que parece. Rosalía Iglesias declaraba que "lo que puedo decir es que no estaba loco, lo tenía todo muy bien planeado".