Trabajos de albañilería, limpiar las calles del pueblo y también vigilar el polígono industrial entre otras muchas tareas. Por todas ellas, no cobraban ni un euro. Cientos de condenados a servicios sociales en el municipio de Loriguilla, en Valencia, que durante 2010 y hasta 2013 estaban al servicio de una Fundación del Ayuntamiento, una entidad que traficaba con ellos.
Un entramado criminal que ha desarticulado la Guardia Civil y que se encargaba de explotar a estos trabajadores en beneficio privado de empresarios y políticos. Entre los 14 detenidos está el exalcalde del pueblo, José Javier Cervera, y su exjefe de la Policía Local.
En los últimos años, los vecinos de Loriguilla sospechaban de la presencia de tantos trabajadores. Las víctimas iban a esta Fundación vecinal, en Alacuás, que firmaba los convenios con el servicio de prisiones.
Después las trasladaban hasta Loriguilla, donde pasaban a estar gestionadas por el exjefe de la Policía Local, quien se encargaba de firmar los justificantes de las horas cumplidas. Se producían presiones y coacciones, según denuncian varios de estos condenados, para obligarles a hacer todo lo quería la trama.
Si no obedecían, no les daban el documento que acreditaba que habían cumplido la condena. El exalcalde del Partido Popular presuntamente habría desviado fondos públicos para pagar los gastos de los vehículos que la Fundación utilizaba para llevar y repartir los trabajos a las víctimas.
"Veíamos que que hacían de jardineros de peones, pensábamos que era todo legal", explica el actual alcalde de la localidad.
Dos de los afectados se quejaron en el Ayuntamiento porque instituciones penitenciarias les reclamaba unos servicios que ya habían hecho.
El actual alcalde asegura que están dispuestos a colaborar con la investigación. No sólo eran explotados, además la trama cobraba a particulares y empresas por las obras que realizaban.
Una modalidad de trata de seres humanos que, según la Guardia Civil, no tiene precedentes en la provincia de Valencia.