Piden el indulto para Ana y Tamara. Están condenadas por echar pintura en una piscina municipal durante una huelga. Tamara espera. Embarazada de cuatro meses, a que le concedan el indulto. No quiere ni imaginarse con su bebe en la cárcel.
Ocurrió en 2010. 60 trabajadores y sindicalistas se manifestaron para reclamar un convenio colectivo para el sector. Uno de los piquetes echó pintura en la piscina. La sentencia considera que fueron Ana y Tamara y que coaccionaron así a los trabajadores del centro.
Ellas niegan haber lanzado pintura. Ninguna fue identificada como autora material pero sí fueron reconocidas como integrantes del piquete. Los sindicatos denuncian lo que consideran una pena desproporcionada, injusta y abusiva.
Los sindicatos han convocado concentraciones en seis ciudades gallegas para exigir su indulto. Defender los derechos de la clase trabajadora, recuerdan, no es delito. Tamara y Ana siguen trabajando en la piscina de Ponte Muíños donde ocurrió todo. Sólo les queda esperar a que la audiencia provincial de Pontevedra les conceda el tan deseado indulto.
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